En estricto sentido, un pliego común es una hoja grande de papel, que al ser doblada forma un cuadernillo de 16 páginas. Libros y revistas se componen de varios de ellos, por lo que el término es de uso corriente entre quienes trabajamos en el sector editorial. Por eso me fascinó descubrir, en una librería milanesa, una revista alucinante que se compone de solamente un pliego por edición.
Lo realmente notable no son sus menos de 20 páginas sino su concepto: cada número de Un Sedicesimo es una obra de arte independiente y plena en sí misma, creada por un diseñador distinto, al cual parece dársele carta abierta para hacer lo que le plazca en su edición. Es decir, algo así como una «galería en papel». Un Sedicesimo no tiene un logotipo definido ni lineamientos de portada, tampoco un consejo de redacción. En muchos sentidos pareciera la anti-revista, pero es una ma-ra-vi-lla de publicación, que permite asomarse a lo mejor del diseño gráfico internacional. De periodicidad bimestral aunque irregular y nacida en diciembre de 2007, actualmente circula su número 29; cada edición cuesta cinco euros y también ofrece suscripciones. El genio que la lanzó y la cura es el editor italiano Pietro Corraini (este tipo se merece el Nobel de la creatividad).
Aquí dejo para el disfrute repetido algunas portadas y contraportadas de la revista, así como el link a su sitio.
me dieron ganas de salir corriendo a comprar un pliego y luego, pensé que en esta ciudad no hay tiendas de creatividad y el tener un pliego mudo no sirve de nada
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Pues ponle tú el sonido con palabras, querido!!
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Me has hecho recordar una revista que solía leer en los EE.UU. y que es una de las que más extraño de aquella época. Se llama Adbusters y quizá la conozcas. Pueden verse algunas páginas en la red por aquí y por allá. Como el título de la revista lo dice, no acepta publicidades, lo cual los obliga a exigir sus niveles de creatividad. Además de eso se extraña por ser una publicación combativa, pero eso es harina de otro costal.
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Sí, la conozco, aunque no la he visto hace tiempo. En realidad lo último que supe fue que se convirtió en baluarte del movimiento Ocupa. Ahora mismo la busqué en Internet y encontré artículos que son, como siempre, inteligentes. Me gusta su irreverencia, su transgresión. Una de las grandes ventajas de la globalización es poder estar en contacto con iniciativas como esas, en otros puntos del planeta…
Abrazo
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