Hace un par de años leí esto de una maestra zen y decidí adoptarlo como mi lema de vida: «Thank you for everything. I have no complaint whatsoever», que se traduce como: «Gracias por todo. No tengo absolutamente ninguna queja». Aunque no siempre me sale del alma decirlo, en días como hoy resume el sentir de mi corazón.
Tú se lo leíste a la maestra zen, y yo te lo leo a ti. El próximo día que publique en el blog, para allá que va también. Maestra Zen – Julia – servidor – y los que se agreguen… hasta que el mundo se convierta en una cosa sin queja y definitivamente habitable.
Saluditos desde casi España!
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Qué bien, me alegra mucho que te guste y lo compartas! Igual que tú, creo que podemos vivir mejor si logramos una actitud agradecida, de no-queja. Me encanta que estemos en lo mismo. Un abrazo fuerte
PD Lo de «casi España» supongo se refiere a que vas a ir para allá?
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Jo!!, que suerte, poder decirlo si quiera una vez en estos tiempos!!.
Un beso.
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Como yo lo veo es que no es cuestión de que las circunstancias sean excelente o ni siquiera buenas, sino de creer que en cada cosa (incluso en las más negativas) hay un propósito.
Abrazo
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Ya, actitud!!
Ser positivo, pero es difícil para mucha gente por aquí.
Generalizaba, yo suelo ser positivo.
Un abrazo.
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Sí, creo que de eso se trata… Al menos así lo veo yo y trato de buscar siempre el ángulo positivo de todo.
Abrazo
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Buenos días niña, es un mantra precioso y me lo apunto
“Gracias por todo. No tengo absolutamente ninguna queja”
LO puedo utilizar como título a mi post de hoy?
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Por favor, claro que sí!!
Abrazo
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Es difícil decirlo y aún más sentirlo pero vale la pena intentarlo.
Saludos y abrazos, Danioska
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