Da click aquí para oír la canción:
En unas horas estaré en Oaxaca, estado mexicano que siempre me pone feliz y nerviosa. Mi raíz por parte de padre y madre es oaxaqueña, aunque entre mis abuelos hay una mezcla de sangres inglesa y estadounidense, lo que explica al menos en parte mis claroscuros.
Para celebrar tanto el viernes como estas ansias que me brincan en el pecho aquí va una canción de mi favorita Lila Downs, artista mexicana cuya carrera lleva el sello de esa tierra y que se ha dedicado a enriquecerla. Es hija de la cantante mixteca Anita Sánchez y del director de arte escocés-americano Allen Downs, y sus canciones son una celebración de lo mexicano, con todas sus contradicciones e influencias. En esta versión norteña de «Vámonos», incluida en Pecados y milagros (2011), Lila le da un abrazo a José Alfredo. Con los ecos de ambos me voy al aeropuerto.
Que no somos
iguales, dice la gente,
que tu vida y mi vida
se van a perder,
que yo soy un canalla
y que tú eres decente,
que dos seres distintos
no se pueden querer.
Pero yo ya te quise
y no te olvido
y morir en tus brazos
es mi ilusión.
Yo no entiendo esas cosas
de las clases sociales.
Sólo sé que me quieres
y que te quiero yo.
Y vámonos, donde nadie nos juzgue,
donde nadie nos diga
que hacemos mal.
Vámonos alejados del mundo
donde no haya justicia
ni leyes ni nada,
nomás nuestro amor.
Oaxaca es, esa raíz es, la historia de la tierra es, un canto en escalas multiforma. Desde España se siente esa fuerza y los puentes de una Europa que busca identidad tienen tanto que ver con una vela istmeña, como con la planicie del occidente del occidente que es la tierra ancestral de la iguana, el dolor dulce de San Mateo del Mar, y la lluvia, que no es igual que en ninguna otra parte, Es sensual
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Así es, Iván querido, hablas desde las entrañas y ésa esa la única manera precisa para hablar de Oaxaca.
Un abrazo que te acompaña en tu periplo
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Querida Julia,
aquí el amor ya crusó el mar. Tengo una exposición colectiva de Hellie Memorial con una foto «homenaje al Mar», en Salina Cruz, y otra exposición individual en Cordoba, que inaguramos este lunes. En ella, las mujeres del Esfuerzo centenario son oaxaqueñas. Una de ellas tiene 7 años y toca el violín. Lo aprendió en Tlahuitoltepec, Mixe. En España esas fotos de la realidad interior de nuestro país las aman.
De ahí la pasión, y de haber sido corresponsal de Reforma 10 años en las selvas 🙂
Gracias por compartirla. Te diré cosas de España, pronto, de ese amor
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Qué maravilla todo lo que estás haciendo/ t está pasando, me encantan las excelentes noticias que me das. Muchas felicidades, un abrazo
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Pues únicamente he visitado Oaxaca una vez en mi vida, era muy pequeño y pasamos unos días en la capital del estado. Probablemente el próximo año tenga la oportunidad de visitar Oaxaca en semana santa, esperemos que así sea.
Por otro lado José Alfredo Jiménez es uno de mis compositores favoritos, y Lila Downs una de mis cantantes favoritas de todos los tiempos, ésta es una grandiosa canción que conjunta el talento de éstos dos personajes.
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Vaya, Flavio, coincidimos en tres placeres: José Alfredo, Lila, Oaxaca. No me extraña, cada uno implica una experiencia deliciosa, que engancha.
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Sabes que me encuentro fascinado por tu tierra y su inmensa variedad cultural. Cada día, de manera inevitable, aprendo o conozco algo nuevo. Hoy tú me ayudas en eso. No conozco Oaxaca (todavía) y a Lila Downs sólo le conocía el nombre «y de pasada». Me gustó mucho el timbre de su voz; ligeramente grave, lo que de inmediato relaciono con lo sensual; así que a pesar de que el estilo musical está lejos de lo habitual para mí, escucharla fue un pequeño placer.
Supongo que Lila Downs, con ese nombre y ese apellido, comparte contigo las raíces de los «claroscuros» que nombras a principio del post.
Abrazo.
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Querido amigo, tengo que hacerte un comentario que sé que está sesgado pero no es menos cierto por ello: TIENES que venir a Oaxaca. Su sincretismo, su fuerte raigambre indígena, su arte y su comida son de lo más rico de todo México. Estoy sesgada por que mis papás son oaxaqueños, pero soy objetiva cuando digo que esta tierra es de lo más bello que tiene mi país. En serio, no sólo lo pienso yo sino es vox populi. Ojalá puedas darte una vuelta, sobre todo si es en los Días de muertos (1 y 2 de noviembre). Te vas a volver loco, no tengo duda.
Mientras, disfrutemos a Lila, que sí, igual que yo es resultado de una mezcla de sangre sajona y zapoteca (ojalá ella maneje mejor sus contradicciones, je).
Abrazote
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Feliz estancia querida amiga. Y si ves a lila dale mi admiraci[on.
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Gracias, Rubén. Abrazos para ti.
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Me quedo pensando en el tema que interpreta Lila, y vuelve a mi mente ciertas reflexiones que hago en relación a la democracia. Si podemos salvar las diferencias y crecer en una relación amorosa, por qué se hace tan difícil salvar las difrencias ideológicas en una democracia. ¿Nos falta amor? ¿ganas? ¿comprensión?
Imagino que con tantos recuerdos dando vueltas por Oaxaca, y junto a la belleza del lugar a la que haces honores, te lo habrás pasado de lo lindo!!
Abrazotes
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Ay, querida, esto de los desencuentros es tan común tanto en las parejas como en los países, que no parecemos encontrar la fórmula para resolverlo. No sé qué responderte, más allá de que disfrutemos a fondo las cosas buenas de la vida (como viajar por lugares que dejan huella).
Un abrazo!
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