Traigo la falda aleteada,
las membranas del aire vibran el cuarto.
Esta conciencia de peligro,
del cuerpo que está pariendo otro cuerpo.
Uno nuevo.
Polaroid
Publicado porJulia SantibáñezPublicado en deseo, erotismo, poesíaEtiquetas:deseo, erotismo, los mejores poemas de amor, los mejores poemas de amor en español
Publicado por Julia Santibáñez
Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia. Ver más entradas
palabras a flor de piel 
De entre los muchos temas que tocamos con cierta diferencia de conceptos o de contenido (a veces esa diferencia es mínima, a veces media, nunca enorme o tajante, por fortuna, y entre las que podemos contar el tema poesía/filosofía; algunos detalles políticos, algún que otro gusto particular, v. gr.: música) tenemos a la poesía erótica. Me reconocí en este mismo sitio como alguien que la odia o la ama, sin términos medios. El erotismo en la literatura me fascina o me hace reír muchísimo (esto último puede hacer que una buena obra sea irrecuperable para mí).
Todo este introito, claro está, es para decirte que acabas de dar en el blanco (al menos hablo de mi diana personal) de manera tan certera que hasta ya me creo malherido. No voy a analizar el poema porque no lo creo necesario y no me creo capacitado. Llegó, punto. Cada línea (y alabo nuevamente tu capacidad para la síntesis, para la brevedad; esa capacidad de la que yo carezco en forma absoluta) se sostiene en sí misma y al mismo tiempo apuntala al texto todo. Equilibrado, sutil, fuerte, claro, provocador son algunos de los adjetivos que se me ocurren de inmediato.
Ni siquiera sé cómo despedirme…
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¿Y qué puedo contestar a tal torrente de afectos? Sólo me viene a la lengua lo que gasto tan seguido: mi lira infausta es más fausta por vuesa merced. O sea: gracias al infinito y más allá.
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Lo bueno de todo esto (para mí, para mi tranquilidad, para que quede claro) es que sabes que no soy de los que dicen estas cosas por quedar bien. Tampoco soy de los que doy «me gusta» por cortesía ni nada por el estilo. Te quiero demasiado para caer en esas en esas bajezas. Entonces, lo que dije es porque es verdad desde la primera mayúscula hasta el punto final.
Eso es todo. Y tranquilidad de espíritu para quien firma.
Yours.
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Lo sé, muy bien lo sé. Además de que no te imagino portándote de otra forma, no se me olvida que fue un trato que hicimos hace años: no adornar ni suavizar los comentarios, buenos o malos. Touché, again.
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Qué decirte que no sepas ya? Me encanta….como todo lo tuyo. Precioso desayuno para un miércoles muy lluvioso. Besísimos.
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Ay, esas exageraciones tuyas que tanto agradezco y me parecen el colmo de la hipérbbole afectiva, querida mía.
Abrazísimos.
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