Aguas, RAE. Ahí te voy.

En la escuela fui una nulidad en atletismo y matemáticas, pero sentía un gusto fosforescente al poner distancia con la lengua que uso a diario (o ella me usa a mí), para preguntarme por qué hablamos como lo hacemos: las etimologías me volaron la cabeza. Veneré a Isidoro de Sevilla, a Joan Corominas. Cuando supe que hemorragia, hematoma y anemia vienen del griego «háima, háimatos», que significa sangre, sentí como si me presentaran a la parentela de esa voz primera. Fue emocionante intuir luego que hemático y hematoma proceden de la misma familia. Sabía que acuerdo implica un arreglo, pero la expresión se me pobló de sentidos al aprender que viene de «cor, cordis», corazón: se precisa voluntad para llegar a un pacto. Del mismo origen procede recordar, verbo que alude a guardar en la memoria algo querido, tenerlo presente.

      Soy escritora, las palabras son mi obsesión, mi materia prima. Y hermana. Me gusta desmembrarlas para ver qué tienen por contar, rastrear los inicios de un vocablo, identificar a sus allegados. También voy por la vida coleccionando los significados falaces, inventados, que sugieren expresiones cotidianas. Las definiciones que siguen integrarán un día mi diccionario particular, con guiños a Ramón Gómez de la Serna. Aguas, RAE.

DESFALLECER: sacarle un bendito sustazo a alguien, porque uno acaba de regresar de entre los muertos.

RONRONEAR: acción de empinar con vigor y rigor vasos de ron, sin pausa.

ARRUMBADO: persona que tiene una inclinación muy acusada a bailar rumba.

CONVIDAR: compartir con alguien un bien básico para la existencia. Por ejemplo, pasitas con chocolate.

DESGASTADA: estufa que se quedó sin gas. Ni un poquito.     

PEZÓN: animal marino descomunalmente grande.

APANTALLAR: efecto de pasar tanto tiempo ante un monitor que las ideas adoptan forma cuadrada y plana.

RE[A]SIGNACIÓN SEXUAL: se dice del hecho de que una persona no se resigne a la identidad genérica que le tocó en suerte y decida activamente por otra.

DESOLLAR: privar por la fuerza a alguien de la vasija en la que pone a cocer sus alimentos.   

INODORO: lugar que no huele a nada. A nada de nada.

DESARRAIGADO: persona o vegetal que fue arrancado de su lugar de origen, razón por la cual anda con las raíces al aire.

PAPA FRITA: tubérculo rebanado y pasado por aceite caliente, que al servirse tiene una temperatura inferior a la deseada.

EMBOSCAR: llenarse los ojos de árboles. De bosque, pues.

POSTRACIÓN: tenderse de costado, a consecuencia de la ingesta desmedida de postres.

INHUMAR: procedimiento que permite liberar el humo que vivía dentro de una persona o mascota recién fallecida.

PERRILLA: hembra de can, de tamaño minúsculo, que un día se aloja en tus pestañas y en ese instante se vuelve descomunal.

EXTRAVAGANCIA: condición de quien, por un sesgo divino, disfruta de una dosis suplementaria y envidiable de vacaciones.

NARCOIRIS: forma como se ve el horizonte inmediatamente después de una lluvia de balas.

(Originalmente publicado en mi columna La Utora, en el periódico La Razón; imagen: recetasgratis.net).                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            

Publicado por Julia Santibáñez

Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia.

Un comentario en “Aguas, RAE. Ahí te voy.

  1. La verdad es que me encantas. Si te encuentro no puedo evitar leerte, aunque no tenga tiempo para ello. Me pareces sumamente divertida y mas allá…Fanny

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