Encuentro este delicioso texto breve de Benedetti. No hallo nada que añadir salvo los versos de John Donne que podrían parecer antitéticos pero que son, al final del día, complementarios: «No man is an island/ Entire of itself./ Each is a piece of the continent/ A part of the main».
Van el texto en prosa del uruguayo:
«Cada ser humano es una isla. En el mejor de los casos, pertenece a un archipiélago. Aún así, cada isla es distinta de las otras. Algunas son fértiles, pródigas, ubérrimas. Otras son áridas, magras, resecas.
Cada ser humano es una isla, donde sólo convive con su conciencia y en ocasiones con un lago quieto que le informa sobre qué rasgos asume su rostro de náufrago.
Cuando el ser humano se aburre de su soledad, entonces se comunica con otra u otras islas, a nado, o en balsa, en lanchas o en canoas. Y en la otra isla conoce a otros náufragos y también a otras náufragas, y a veces se enamora.
El amor une a las islas como una corriente. A veces dos islas copulan y nace un islote».
-Mario Benedetti, «Isla», Vivir adrede (Punto de lectura)
ahora entiendo mi comportamiento….
hermosos versos querida, que a veces pienso que se me escaparon en un sueño y alguien más los atrapo, quizá fue un sueño al que no le di la mayor importancia
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El buen Benedetti siempre diciendo lo que todos sabíamos que sabíamos pero nunca pusimos en palabras…
Saludos,
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la belleza de la literatura es inacabable, inabarcable, imperecedera. Tan así es que, de haberse conocido Benedetti y Donne se hubiesen fundido en un maravilloso abrazo (tú lo hiciste posible en el post). Cuando en el mundo actual cualesquiera dos opiniones disímiles se encuentran son, de manera casi inevitable, fuente de violencia, grosería, sinrazón. Éste texto tuyo es una muestra de que en la inteligencia, en el amor, en el sentido humano de la diferencia (y vaya que has elegido dos autores con fuerte sentido humanista) sólo puede haber entendimiento, belleza y confraternidad. Otro post de Danioska para guardar en el corazón.
Cariños.
P.S.: Temo que mis comentarios a éstos posts tuyos sean algo melosos. Quizá así sea, pero ello me resulta, también, inevitable.
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Qué bien lo escribes, querido Borgeano, me encantó imaginarlos fundidos en un abrazo con harta humanidad en el medio. Un abrazote
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