Día a manos llenas en Bogotá. Amanecer junto a quien amo y entretener las horas cansando el cuerpo pero alimentando el amor hace una gran diferencia para lo que sigue. Luego desayunar «en colombiano» e ir a caminar a La Candelaria, barrio histórico. Entrar al Museo Botero, andar por las calles, sentir la buena vibra de esta gente bonita. Entrar a una librería y encontrar un librero-lector que me recomienda autores colombianos indispensables. Salgo con las manos llenas y la emoción de traer a Vladdo, Evelio Rosero, Germán Espinosa, Álvaro Cepeda y dos que venía a buscar: Héctor Abad y Daniel Samper Pizano.
El día seguirá en Monserrate, tiendas de diseño y acabará en el restaurante Andrés Carne de Res. La vida está muy de buenas (y sí, incluye libros).
la comida es un don y un privilegio que adoro y que no se nos termine nunca
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Amor, comida, libros, turismo… Si no estás en el Paraíso debes andar cerca querida… tócanos con tu varita mágica.
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La varita mágica me tocó a mí y me dejé querer por la vida…
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