A mitad del día cierro los ojos y saboreo la noche anterior, excesiva de placer. Me veo en la mujer retratada hace miles de años por el poeta indio Vidyapati:

-Amigo mío,/
¡lo que pasó esta noche!/
La miel fue mi tortura./
Bebió mis labios,/
arañó mis pechos,/
me apretó cara a cara/
hasta dejarme sin aliento […]
-Señora mía,/
está usted encantada/
con ese dios glotón.//
–Canciones de Vidyapati, trad. Gabriel Zaid (Ed. Latitudes)
