Un par de veces por día quisiera reaccionar como alguien más, desandar mi historia y ser capaz de no enojarme o frustrarme por las mismas cosas de siempre (la conducta del padre de mi hija, por ejemplo). Si es cierto que hasta 95 por ciento de mi día lo vivo en automático y sólo 5 por ciento soy plenamente consciente, no me extraña que sin pensar responda a circunstancias similares con el patrón aprendido, siguiendo el surco muy trazado de estímulo-respuesta. Es decir, el reto es abrir un surco distinto: a través de yoga, meditación y esfuerzo consciente crear una nueva forma de enfrentarme a lo que no me gusta. Como dice el científico en neuroplasticidad Joe Dispenza, se trata de «desaprender tus viejas pautas mentales y emocionales, o deshacer los circuitos de tu cerebro y reaprender otras nuevas o renovarlas, basándote en quién quieres ser, en lugar de seguir siendo la misma persona de siempre» (Deja de ser tú, Urano).
Esto está más difícil que mover una montaña, pero tengo que lograrlo.
palabras a flor de piel 
Si solo son un par de veces por día no te preocupes, yo hay días que llego a veinte.
Besos ojito.
Me gustaMe gusta
En realidad es un eufemismo, querido, son muchas más y también hay días en los que quisiera cambiarme totalmente por otra!!
Me gustaMe gusta
Bah, sería difícil que encontraras alguien merecedor de ser cambiado por tí, ni siquiera por tí misma siendo más joven, recuerda que estás mejor que nunca y no solo lo dije yo 🙂
Me gustaMe gusta
Bueno, vaya manera de levantarle los ánimos a una bloguera que intenta lo (casi) imposible! Un abrazo fuerte y enternurado por ese apoyo
Me gustaMe gusta
NO, no dejes de ser tú. Si no fueses tú, ¿con quien hablaríamos nosotros? ¿con un «álter tu»? Tu, tu yo, tu superyó es lo que queremos. Y de tu experiencia aprendida, para bien o para mal, con mayor o menor dolor, surge tu ser actual y tu propia capacidad y lucidez. Te conozco bien poco pero, más allá de esa mínima profundidad consciente, te siento suficiente y vislumbro un «magro» interno de excelente calidad; más allá de nuestros normales sobresaltos y exabruptos diarios. Si bien es verdad que no hay que ser soberbios, por lo que tampoco está de más un pequeño pulimentado…
Almohada y felicidad matinal. =)
Un abrazo,
Rafael
Me gustaMe gusta
La idea es ser una «mejor yo», pero para ello tengo que dejar de seguir patrones memorizados y empezar a cambiar el cableado emocional/ mental por uno que me convenga más. En otras palabras, la idea es aprender a desactivar las reacciones «normales» en mí y sustituirlas por otras: en vez de enojarme ooooootra vez por lo mismo de siempre, responder de modo distinto: tal vez tratar de entender, tal vez no darle tanta importancia, tal vez no tomarlo personal. Estoy tratando de ver qué funciona.
Gracias por las porras, mi yo y mi no-yo las agradecen =)
Abrazo
Me gustaMe gusta
Como diría aquel oriental: «Be water, my friend» ¡Ánimo con tus desactivaciones, activaciones y reactivaciones! =)
PD: Por supuesto, lo anterior considerándose dentro de un tono amable y desafectado; en tono serio entiendo que lo que comentas en tu post pueda resultarte ciertamente ingrato y es natural que quieras equilibrar tu estado si otros no son capaces de hacer las cosas de manera razonable)
Un abrazo
Rafael
Me gustaMe gusta
Me gustó lo de desactivaciones, activaciones y reactivaciones. De eso se trata. Seguiré compartiendo los dolores de parto de esta «nueva yo».
Besos
Me gustaMe gusta
Yo no tengo el placer de conocerte más allá de los bits de mi pantalla, pero te animo a lograr ese objetivo que te planteas, siempre y cuando sigas compartiendo tus inquietudes de la manera tan deliciosa como lo haces. Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Pues muy agradecida saboreo tus palabras y me queda un sabor a menta. Sobre todo, gracias por acompañarme en el camino.
Abrazo
Me gustaMe gusta
Así vivimos a veces: automáticamente. Dicen que la rutina es lo más terrible de la vida.
Saludos, Danioska.
Me gustaMe gusta
Lo peor es la rutina de ser la peor versión de uno mismo. En fin, aquí seguimos, en el intento.
Saludos…
Me gustaMe gusta
Nos encarcelamos nosotros mismos en nuestros pensamientos
Me gustaMe gusta
Sí, lamentable. La buena noticia es que nosotros y sólo nosotros tenemos la llave para salir.
Saludos
Me gustaMe gusta
Y ese esfuerzo dará resultados, una versión mejorada de ti que viva más plenamente. No dejas de ser tú, se trata de mejorar lo que ya está ahí.
Ánimo!
Me gustaMe gusta
En ese estoy, créemelo, y sé que tiene que resultar en cosas positivas. Ya iré contando los avances, gracias por los ánimos.
Saludos…
Me gustaMe gusta
Vaya, me estaba sintiendo bruta, yo, una radióloga, en medio de tanto literato. Pero tenemos una coincidencia, andar el 95% del día en automático! De lo demás ni fundas, amor no mas por la estética y la poesía, el 5% que me queda del día.
Me gustaMe gusta
Nada de eso, eres muy bienvenida porque cumples con los requisitos de ingreso al club: gusto por las artes y sensibilidad. Nada más hace falta…
Me gustaMe gusta
Hola Danioska. La meditación siempre va bien para descubrir que eso que uno piensa que es yo, no es uno mismo. No en esencia. Las formas mutan. Nosotros reaccionamos casi siempre mecánicamente, desde el ego, desde el resentimiento… no desde el corazón, desde la conciencia.
Haces una buena reflexión, y sin duda reconoces que el camino hacia uno mismo pasa por la introspección, y la acción consciente. Suerte en este viaje.
Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Así es, Xabier, se trata de un camino largo pero muy satisfactorio, en el que sigo andando y (espero) dando pequeños pasos de vez en cuando.
Gracias, un abrazo
Me gustaMe gusta