Va una segunda entrada de cinco cuentuitos míos, es decir, pequeñas historias en formato Twitter (140 caracteres máximo). Si te gana la curiosidad, el link a la primera entrada de cuentuitos se ofrece al dos por uno: http://wp.me/p1POGd-1Jh
Oler amar
«Ella huele amar», dijo el amante. Acto seguido se hundió en sus olas.
Por (apenas) un sonido
A media voz, no queriendo oírse, susurró: «El amor tiene mala letra. Parece que escribe ‘él te kiere’ pero se lee ‘él te hiere'».
Todas las historias de amor en una
Cuando se estaba enamorando decía: «Es el hombre más completo». Cuando lo suyo terminó afirmaba: «Es el hombre más complejo».
Dar la(s) hora(s)
En la sala de espera, ella se acercó: «No traigo reloj. ¿Me das la hora?». Y él quiso darle todas y cada una del resto de su vida.
Saltamontes lúcido
Los montes que más amaba saltar el pequeño saltamontes eran los de Venus.
-Julia Santibáñez
Pues abrazo con sabor a playa!
Gracias siempre por pasar por aquí
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El año pasado llevé a cabo un proyecto para la Universidad sobre la llamada «Twitteratura» y tus cuentuitos me hubieran venido de perlas. Preciosos todos, no sé con cuál quedarme, pero eso ya viene siendo habitual cuando se trata de tu página…
Besos grandes.
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Pues todos son tuyos, entonces! Qué interesante tu proyecto, platícame un poco de él cuando tengas tiempo, va?
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El año pasado estaba en el último año de la carrera (filología francesa) y me concedieron una beca de investigación. Tuve que buscar una tutora y varias me propusieron distintos proyectos de entre los cuales, el que más me gustó fue el de la literatura en las redes sociales y, más concretamente, en Twitter. Pudimos observar que en esta red social ha nacido una nueva forma de literatura: la Twitteratura, compuesta de microrrelatos en menos de 140 caracteres. Además, creé una cuenta de Twitter para el departamento y lo usamos (y lo seguimos usando) para comunicarnos con los alumnos de la carrera así como para informarles de becas y ayudar a los chicos de primero con las matrículas, la elección de asignaturas, etc.
🙂
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Empiezo por decir que tu carrera me hace salivar, qué delicia! Yo estudié Letras y en los últimos dos años llevé filología hispánica, que rápidamente se convirtió en una de mis materias favoritas de toda la licenciatura (y maestría!). No conozco prácticamente nada de filología francesa pero sospecho que debe ser «un viaje». Y en cuanto a la Twitteratura, me parece fascinante como un nuevo género literario, en el que me asomado, aunque poco. Un punto más que abona hacia el punto de que las redes sociales no tienen que ser vistas como enemigas de la literatura, sino como otra forma de expresión.
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Efectivamente, estoy totalmente de acuerdo contigo. De hecho, mi tutora y yo conseguimos cambiar el punto de vista de muchos profesores que se creían enemigos de las redes sociales. Lo importante es saber adaptarse a los nuevos tiempos. Adaptarse o morir…
Por cierto, filología francesa ha sido para mí, como diría Baudelaire, toda una «invitation au voyage». Volvería a hacerla mil veces más…
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Pues bravo por esa «cruzada tuitera»! En cuanto a filología francesa, qué ricura, me imagino lo disfrutable que debe ser. Juro en que otra vida me asomaré por ahí. Ya me contarás un día sobre ella, cuando tengamos chance de sentarnos con un «vaso de bom vino», como dijo Berceo.
Abrazo
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Me gusta el concepto de mini historia tipo Twitter. Estás siguiendo algún manual o es a formato libre mientras sean 164 caracteres?
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Estupendos todos. ‘Oler amar’ y ‘Dar la(s) hora(s)’ me han parecido especialmente preciosos. Un abrazo!
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Gracias, querido, un abrazo fuerte!
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«Por (apenas) un sonido»
Otra vez el segundo me parece perfecto y, por lejos, el mejor de todos. Múltiples planos de lectura en dos líneas. Brillante.
«Todas las historias de amor en una»
Variante del anterior, aunque menos sorprendente (tal vez por estar muy juntitos).
«Dar la(s) hora(s)»
Si quieres te cuento una historia real que le ocurrió a un estúpido astronauta últimamente. él quiso, pero ella no.
«Saltamontes lúcido»
En algún lado (seguramente en una de estas páginas tuyas), ya lo había leído y aplaudido. Lo hago otra vez.
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Gracias por los comentarios desgranados, querido. Seguramente sí lo habías leído, estas tres entradas son compilaciones de cuentuitos en solitario… (Qué buena memoria!)
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Sí, es cierto, para estas cosas suelo tener algo de memoria. Sin ir más lejos, el otro día me quedó «entre ceja y ceja» tu entrada sobre Anaïs Nin y busqué lo que había escrito y lo encontré. Los posts son casi idénticos (el mío es del 15 de enero o febrero); pero yo tomé la base de Ñ, presumo que tu también, y de allí las similitudes.
Me alegra esa sintonía.
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Pues no, esta vez no me basé en Ñ sino en algo que leí al respecto en una revista mexicana hace tiempo y guardé la nota. Mis lecturas de Ñ son cada vez más inconstantes, la vida no me da para todo… Pero coincido en que la sintonía es agradable.
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