Tal cual en mi caso: muchos, muchísimos libros están afuera, pero algunos ya se integraron a mi cabeza. A esta tira del genial Liniers sólo añado que me llaman la atención los de afuera pero cómo quiero los que están dentro, los que ya forman parte de mi hígado, de mis dientes, de mi pelo.
Yo deje pasar mucho tiempo sin leer, ahora que he retomado la lectura lamento el tiempo que desaproveche, es maravilloso poderse adentrar en otros mundos a través de la lectura,de cualquier modo coincido hay libros que se quedan dentro de nuestra cabeza y otros que entran y salen como simples ruidos a nuestros oidos , Un abrazo.
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Qué bueno que regresaste «a casa», leer enriquece la vida de muchas maneras, de todas quizá, calienta el alma. Va un abrazo de quien no se ha apartado del fuego de la chimenea porque le da miedo el frío de afuera…
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Que linda manera de espresarlo, como calienta el alma y el espiritu un buen libro e ilumina a la conciencia , se vuelven nuestros mejores amigos , siempre a nuestro lado en la mesita de noche, un abrazo
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Abrazo nocturno…
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La pila de libros que están fuera es taaaaaaaaaan grande… y tenemos taaaaan poco tiempo para leerlos. Afortunadamente, la pila de libros que están dentro crece también poquito a poco.
Besos.
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Esa disparidad es uno de los grandes agobios de la vida, sin duda. Una vez leí una cita de Rodrigo Fresán que decía algo como «lo que más me agobia de la idea de morirme es la cantidad de libros que ya no podré leer». Me pareció genial.
Abrazo
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Estimadas señoras… ¡qué ganas de amargaros la existencia! Seréis de aquellas que se preguntan: ¿me ha gustado? y si me ha gustado ¿cuánto me ha gustado? ¿podría haberme gustado más? ¿me ha gustado en el modo en que debería de haberme gustado?. 😉 Sendos abrazos pa’ ambas dos.
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Jeje, algo de masoca asumo tener, querido señor!!
Abrazote
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Querido Sina, toda la razón del mundo, qué manía las mujeres de preguntarse esas cosas, y añado el «¿estás seguro que eso han sido diez minutos?».
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Jajaja, mejor no entramos en otras preguntas que las mujeres podemos hacer, como un chiste que vi hace poco: él está encima de ella y ella pregunta: «¿estás seguro que ya estás dentro?»
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Humillante 😦
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Es sólo un chiste, querido…
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En plena reflexión sobre la lectura, previo a realizar alguna publicación, opinio: Somos lo que leemos, nada más. Amo los trazos de Liniers, saludos!
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En enorme medida lo somos, más un amasijo de carne, vísceras, órganos sexuales y, sí, imaginación.
Abrazo
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Primero aprendes a no preocuparte por la lista de los que están fuera, pero luego es peor, cuando empieza a preocuparte la lista de los que están adentro porque te pones a escribir y lo que escribes te suena a leído, y ya nos abes si eres tú o tus lecturas. De todos modos, muy buena la tira.
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Conozco el caso, me ha pasado, esa angustia de no saber si estás plagiando involuntariamente algo. Aunque, si hacemos caso de la sensatez de Triste Sina, eso también es masoquismo!
Abrazo…
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Creo que muchos nos identificamos con esta tira, y como bien dice zoraimamp: la pila de libros que están fuera es tan grande que lo que más quisiéramos es tiempo para leerlos. Saludos.
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Y no es por ponernos paranoicos, pero cada día esa pila crece más y más. Por eso mejor nos concentramos en la pila de los que están dentro y los disfrutamos a fondo, como a viejos amigos!
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Excelentes divagaciones las de Liniers, las tuyas y ni se diga las de tus seguidores. He pasado un rato muy divertido con las ocurrencias que orbitan en esta entrada. Gracias y un fuerte abrazo amiga escritora!
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Las líneas divertidas son «culpa» de Triste Sina y de Dessjuest, ese par de locos geniales…
Abrazo desvelado!
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Reblogueó esto en bibliotecadealejandriaargentina.
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