«Me pregunto si quizá, sin darnos cuenta, vamos buscando los libros que necesitamos leer. O si los propios libros, que son seres inteligentes, detectan a sus lectores y se hacen notar». Andrés Neuman, Hablar solos (Alfaguara)
Al leerlo me doy cuenta que lo he pensado antes, sin formularlo de manera tan clara. Creo que esta novela, con cara de inocente y sentada en la mecedora en Tepoztlán, me andaba buscando para decirme exactamente eso.
Otras veces se cuelan en tu vida a destiempo y les toca esperar.
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Eso también, pero cuando los necesitas se imponen.
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Yo también creo, que a veces es posible que nos dejen leerlos cuando es el momento.
Me paso con un libro hace años, lo intente varias veces y no podía leerlo, lo intentaba y parecía chino. Y un buen día como si nada, abrí la primera página y empece a leer y no pude para y lo más curioso es que la historia que contaba me iba ayudando, dándome respuestas a preguntas que me planteaba
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Qué buena historia ésa!
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Pues yo creo que sí, a veces sin querer nos llegan a nuestras manos justo los libros que necesitamos. Un beso y disfruta la lectura 🙂
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Es una novela buenísima que, para variar, llegó en buen momento…
Abrazo
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La música del azar, como diría Auster. Lo que me da un poco de miedo es que ocurra con los libros lo mismo que ocurre a menudo con las personas. saber que por ahí hay alguien ideal para nosotros, pero que por ese mismo azar, nunca encontraremos.
De todos modos, al menos los libros son, en ese aspecto, mucho más amables y nos permiten amores múltiples.
Cariños y gracias por transcribir estos fragmentos maravillosos casi a diario.
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No sé, no soy de las que creen en la «media naranja» que un día hemos de encontrar. Creo, más bien, en amores de carne y hueso, falibles e imperfectos pero de balanza positiva. En el caso de los libros, como dices, la ventaja es que son compartidos, nada celosos ni posesivos.
Abrazote
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Ah, no; no hablo de la famosa «media naranja» yo tampoco, simplemente hablo de afinidades. Eso es todo.
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Vaya, entonces estamos en lo mismo. Por Fortuna, las afinidades son más fáciles de encontrar que la hipotética naranja partida.
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Los libros nos acompañan fielmente.
Saludos.
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Son los más fieles, siempre a la espera.
Saludos de regreso y bienvenida por aquí.
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Yo también pienso que nuestras lecturas nos definen, al igual que nuestros escritos nos delatan.
Buenos días y buena semana.
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En enorme medida somos lo que leemos, quizá incluso más que en lo que escribimos, porque aquí podemos cuidar una imagen, un rostro, mientras que al leer nos soltamos por completo.
Saludos lunesinos…
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