Esta historia enamora. Una abadía benedictina en Ebstorf, la Baja Sajonia, 1832: es descubierto un mapamundi medieval, quizá de 1234, aparente obra de monjas de la abadía o del cartógrafo Gervasio de Tilbury. Representa alegóricamente el cuerpo de Cristo, que abarca el orbe: la cabeza al norte, junto al Paraíso; las manos en los extremos este y oeste; las piernas, abajo y Jerusalén como el ombligo. Una inscripción dice ofrecer «indicaciones a los viajeros sobre las cosas que haya en su camino que causen más deleite a la vista».
Según lo describe Simon Garfield en su delicioso libro En el mapa. De cómo el mundo adquirió su aspecto (Taurus), la obra de Ebstorf es una lección bíblica, que no se limita a lo que existe sino incluye lo que «debe» existir. Localiza el Edén, el Arca de Noé, el Vellocino de Oro y, en África, seres fantásticos: una raza sin boca (se comunica por señas), hombres de cuatro ojos y una tribu cuyos miembros tienen el labio superior tan elástico que lo estiran sobre su cabeza para ocultarse del sol, entre otras. La obra se conoce hoy sólo por foto. Fue destruida en 1943, en un bombardeo aliado.
Además de mi pasión por la Edad Media y mi embeleso por la pieza, me fascina la idea que la subyace: un mapa subjetivo, que contenga no sólo lo que hay sino lo que quiero que haya. O, a la inversa, ¿por qué sólo ha de existir lo cartografiado? Los habitantes del siglo XXI nos sentimos objetivos, pero construimos nuestras vidas justo así: a base de fantasía, de símbolos salvadores en los cruces de caminos y monstruos en las zonas peligrosas, mezcla alucinante de hechos e imaginación. Borges, siempre necesario, lo dijo mejor que nadie: “Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo. A lo largo de los años puebla un espacio con imágenes de provincias, de reinos, de montañas, de bahías, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de líneas traza la imagen de su cara” (Epílogo de El hacedor). Las monjas de Ebstorf lo intuyeron hace siglos.
Referencia: http://www.henry-davis.com/MAPS/EMwebpages/224mono.html




¿Soy yo o el «Ser fantástico, mitad hombre y mitad ave» parece otra cosa? 🙂 ¡Muy lindas las imágenes!
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Je, el ser es tan fantástico que permite muchas lecturas (incluida ésa).
Saludos
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Es que parece otra cosa 😀
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Yo y mi imaginación enana…
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Reblogueó esto en manologoy comentado:
¡EXCEPCIONAL!
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Abrazo fuerte…
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En que medida la fantasía puede devenir como un registro del pasado o como una predicción del futuro; suelo considerarla parte de una realidad que se manifiesta atemporal.
Leerte conlleva aprender.
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Gracias pero creo que leer a quien sea, como sea, implica aprender.
Saludos
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Por supuesto, pero en muchas de tus entradas abundan datos curiosos sumamente interesantes; espero que quede éste como justo halago… Prosigo leyéndote.
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Es un halago, sin duda alguna, pero soy mala para recibirlo (muchas gracias).
Saludos
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Lo tendré en cuenta en un futuro.
Si bien aceptas abrazos virtuales… aquí recibas el mío.
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Esos son mi especialidad. Va otro de vuelta.
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Reblogueó esto en Gorrion de Asfalto.
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Mudo de asombro y de ojos llenos.
Entonces, también recurro a Borges: «Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso.»
Para mí, ese instante, ha sido visitarte.
Voy a quedarme un rato más; estaré por ahí arriba…
Cariños. (nuestras despedidas son como la guerra Fría, una escalada constante y hoy, la verdad, ya no sé cómo agradecerte; entonces, con humildad, vuelvo al punto de partida).
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Me pregunto muchas veces qué haríamos sin Borges, cómo comunicaríamos lo que sabemos, sin estar conscientes de que lo sabíamos.
Y me pregunto también cómo preñar la palabra «gracias» de muchas otras «gracias» pequeñas, juguetonas. El día que lo descubra te mando a la familia completa.
Abrazo
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De acuerdo con eso último, lo cual, dicho sea de paso, no lo ha conseguido ni el propio Jorge Luis. Y también tienes razón en lo primero, uno a veces tiene la sensación de que Borges ya lo dijo todo y que nosotros no tenemos otra opción que repetir sus palabras.
Tu entrada, pasadas ya veinticuatro horas, sigue dejándome mudo…
Cariños.
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Una entrada buenísima. Muy interesante. Lo reblogueo también.
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Adelante!
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Reblogueó esto en Los relatos de Quiricoy comentado:
Una entrada muy interesante de un blog amigo.
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Qué rico, gracias.
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Pillinas las monjitas
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Pero qué tal de creativas…
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Buenísimo este trabajo. ¡Què percepciòn!
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Una maravilla, este mapa. La desgracia es que las bombas lo destruyeran. Esta historia combina lo mejor y lo peor del ser humano, creatividad e imaginación frente a barbarie.
Saludos
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Muy interesante y las imágenes geniales.
Te felicito por tan buen post
Besotes
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Gracias por pasar. Un abrazo
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Gracias por pasar…
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Reblogueó esto en Cultureando en Barinas.
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