
«Se inclinó y la besó de una forma que ella sintió que debía besarla siempre» (p. 182). -D. H. Lawrence, El amante de Lady Chatterley, Sexto Piso.
A veces, pocas veces, un beso cambia por completo el norte y el sur, porque si alguien es capaz de decir todo eso con los labios, entonces el lenguaje no sirve de mucho. Y, en este caso, tampoco yo y mis labios hemos de mucho. Hasta este momento.
No me gusta es novela, realmente no me gustan ninguna de las dicho señor.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ni hablar. Es válido.
Me gustaMe gusta
Me encanta esta novela. Por cómo esta escrita y por lo que cuenta. El amor salvaje más allá de clases, de cultura, de todo. Ese deseo inexplicable que te une primero físicamente al otro, más allá de lo que después vaya a dictar el corazón o, quizá, anunciándolo ya en letras grandes. Y el beso, ese beso, como antesala de todo. Maravilloso recordatorio. Besos de los de querer en la distancia.
Me gustaLe gusta a 1 persona
También me gustan mucho los queveres entre Constance y Mellors, la frontal manera de hablarlos.
Abrazos y besos que se corresponden
Me gustaLe gusta a 1 persona