Seguro, segurísimo, De Moraes pensaba en una mujer de Copacabana cuando escribió esto tan deliciosamente erótico:
Un mujer al sol es todo mi deseo,/
viene del mar, desnuda, con los brazos en cruz/
y la flor de los labios abierta para el beso/
y en la piel refulgente el polen de la luz.//
Una hermosa mujer, los senos en reposo/
y caliente de sol, nada más se precisa./
El vientre terso, el pelo húmedo y una sonrisa/
en la flor de los labios, abierta para el gozo.//
Una mujer al sol sobre quien yo me arroje/
y a quien beba y me muerda y con quien me lamente,/
y que al someterse se enfurezca y solloce,//
e intente rechazarme, y que al sentirme ausente/
me busque nuevamente y se quede a dormir/
cuando yo, apaciguado, me disponga a partir.//
-Vinicius de Moraes


todo, pero todo en esta entrada esta lleno de belleza, empezando por ti querida ojitos
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Los versos de Vinicius no tienen desperdicio alguno (gracias por contagiarme un poco de ellos).
Abrazo
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gracias a ti por dejarnos ver a través de tu mirada
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Abrazo agradecido…
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para ser domingo es casi madrugada…que tengas felices aventuras
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Si te cuento que lo conocí a Vinicius parecería una fabula. Tengo unos cuantos años en mi alforja…, y fue el el 77 en Punta del Este en un bar donde tocaba él gran poeta do Brasil…
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Guau, qué maravilla! Y pudiste platicar con él??
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Un café bar pequeño, pocas personas donde él compartía el show con los asistentes…
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Acabo de saber lo que significa «envidia», jaja. Qué rica experiencia…
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