«Si no tuviera este brazo no podría hablar»

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Es excepcional este poema en prosa, tiene la fuerza de quien se mueve muy a gusto entre palabras:

«El brazo con el que escribo no se lo doy a nadie, si me deshiciera de este brazo moriría atragantada. Este brazo es el que aprieta mi vientre, el que hunde su mano en mi garganta para que las palabras salgan, porque mi brazo sabe que las palabras son como trozos de carne que me atoran, si no tuviera este brazo tampoco podría hablar, porque este brazo es mi lengua, con este brazo puedo decir lo que  la lengua se calla, podrían cortarme la lengua pero no el brazo, por eso no siento ningún miedo cuando tengo la lengua dentro de tu boca, porque aunque la arrancaras me quedaría este brazo».

-Malú Urriola, poeta chilena citada por Patricia Kolesnicov en la revista Ñ (13 octubre 2012).

Publicado por Julia Santibáñez

Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia.

16 comentarios sobre “«Si no tuviera este brazo no podría hablar»

  1. Comparto cada palabra. He tomado la costumbre, desde hace unos seis o siete años, de escribir un comentario sobre cada libro que leo. Al hacerlo me he dado cuenta de que el mismo acto de escribir me ayudaba, en muchos casos, a comprender mejor lo que había leído. He intentado, también, que mi hermano hiciera lo mismo, ya que era tanta la fascinación me que producía ese hecho que me hubiese dado mucho gusto de que él lo compartiera conmigo, pero su inseguridad no se lo permite.
    La única vez que dije lo contrario a las palabras de Malú Urriola fue después de escribir un poema que se llama La Rosa de los vientos. Y lo hice en una nota que posiblemente se haya perdido. En el poema parece que hablo de la búsqueda de dios (siendo yo ateo, cuando mi hermana lo leyó me preguntó: «¿A quién buscás?» «No al que vos pensás» le respondí yo. «A quien busco a papá». En esa nota decía eso: daría toda mi capacidad de escribir a cambio de haber podido tener un padre (él murió muy joven, cuando yo tenía siete años). Hoy, cuando ya me faltan menos de tres para cumplir cincuenta, quizá diría lo mismo que Urriola. La pendiente se ha inclinado para el otro lado, y uno se resigna.
    Cariños.

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    1. Hablamos antes de esa fascinación que tú y yo compartimos de escribir sobre los libros leídos y de las iluminaciones que suelen seguir a la pluma. En efecto, escribir suele ser sinónimo de entender. Y tu confesión sobre ceder la escritura a cambio de un padre me enternece, me conmueve. Creo que quienes escribimos lo hacemos porque encontramos en ese acto una forma de compensación de algo que en el origen dolía, empañaba el día, y luego se convirtió en estrategia de supervivencia disfrutable.
      Abrazo solidario

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      1. Hace poco, un profesor explicó a la clase que el concepto se fija cuando se escribe, no cuando se estudia o se recita; y eso que estábamos en una clase de electrónica ¡Cuánto más necesario se hace al tratar temas abstractos! La expresión «estrategia de supervivencia disfrutable» debería escribirse con mayúsculas y transformarse en una sigla: ESD.
        Como siempre, pones en pocas palabras lo que un torpe como yo necesita más del doble. Cuando termine mi novela te la mandaré para que me la corrijas.

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      2. Así es: al escribir se fijan las ideas, los conceptos, también los sentimientos. Y te dejo patentar el ESD (nomás déjame usarla de vez en cuando).
        Con gusto veo la novela, eso de la corrección se me da y me encanta!!
        Un abrazo fuerte

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