La risa puede expresar complicidad, incluso cariño, porque reírse de alguien no siempre implica ofensa o humillación. Es el caso de estos cartones de Palomo, ilustrador chileno nacido en 1943, quien reúne en Literatos “un bestiario con apuntes del natural, recamado en perlas escogidas del acervo literario universal” (yo tengo una edición de 1989 publicada por Promexa, pero en 2007 lo publicó el FCE). Además de sus dibujos, que generan simpatía por esos locos que se dedican a escribir, contiene citas geniales sobre su arte, como éstas: «El don esencial de un escritor es un detector de mierda, innato y a prueba de golpes» (Ernest Hemingway) o «Espero, algún día, escribir un libro cuyos derechos financien los ejemplares que regalo en el lanzamiento» (Clarence Darrow).
Es el mejor regalo para quienes se toman demasiado en serio el oficio, los premios y la búsqueda de personajes, trama, título… y editor.



Muy buena entrada, que de paso resta trascendencia y terrenaliza este arte
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Como todo arte, a la escritura hay que desacralizarla y bajarla del Olimpo!
Saludos…
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¡jajajaja!
Me mori con la ultima imagen.
La risa es muy bella, con un sin fin de matices de sentimientos, (:
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El libro entero es una delicia, te lo recomiendo mucho.
Saludos…
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Son geniales! Pienso que es bueno reírse hasta de uno mismo.
Besotes
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