Durante siglos, leer fue un acto social, realizado en voz alta. Hasta al menos el siglo XVI, la lectura a solas y en silencio no fue común en Europa, tanto, que en el siglo IV a san Agustín le sorprendía de Ambrosio, obispo de Milán, que «cuando leía, sus ojos recorrían las páginas del libro y su corazón entendía su mensaje, pero su voz y su lengua quedaban quietas». Lo cuenta Stefan Bollmann en el hermoso Las mujeres que leen son peligrosas (Maeva).
En el siglo XVI, con la Reforma de Lutero y su énfasis en la relación directa del creyente con Dios, la lectura individual adquirió nuevo estatus en el norte de Europa. Luteranos, pietistas y metodistas propiciaron la alfabetización en las actuales Suecia, Alemania y Inglaterra, para que los fieles accedieran a la Biblia. Con este impulso protestante, por primera vez se promovió la lectura privada a gran escala, desde el gobierno y la iglesia. Por supuesto, la gente devoró las Escrituras, pero también novelas y otros libros.
A Bollmann le falta añadir, me parece, que ahí se encuentra en parte la razón de que esos países sean hoy altamente lectores y alfabetizados, al igual que los Estados Unidos, en donde los pioneros difundieron la doctrina protestante. Y tampoco menciona la otra cara de la moneda: como reacción a la Reforma, la Contrarreforma católica española siguió privilegiando la interpretación eclesiástica de la Biblia, con lo que no fomentó ni la alfabetización ni la lectura individual. Sin caer en reduccionismos, creo que España y América Latina arrastran aún las consecuencias de esa visión obtusa. Me pregunto dónde estaríamos hoy si siglos atrás se nos hubiera fomentado la lectura como acto que permite «escapar al control de la sociedad y las comunidades más próximas, como la familia, la esfera social inmediata y la religión». Tendríamos una Iberoamérica mucho más crítica, creo.
Muy bueno tu aporte. Beso grande. Cecilia de Argentina.
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Gracias por pasar. Saludos hasta esa tierra amada…
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Otra contribución más de los luteranos y protestantes al mundo. Yo soy agnóstica, ésto después de crecer en un colegio católico y haber nacido en un a familia conservadora.
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Pues sí, aunque por supuesto que no fue una contribución intencional «por la cultura». En fin, lo cierto es que catolicismo y protestantismo parten de cosmovisiones diferentes aunque en el fondo se parezcan…
Saludos
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Paso de puntillas y me quedo con la palabra «distinto». Hermosa palabra, tantos «distintos» consiguen hacer una unidad heterogénea de rara belleza, seguro que envidiada desde fuera de nuestro astro azul. Más allá de religiones, más allá de culturas, cuan bella es la diversidad. Incluso en la lectura, siempre que se lea.
Saludos,
Rafael
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Siempre y cuando se lea y siempre y cuando se respete y valore esa diversidad, lo que sucede más bien poco…
Abrazo
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Es cierto, ¡queda tanto por hacer con lo fácil que sería que ya estuviese hecho! De repente las palabras de Octavio Paz me asaltan:
«¿Palabras? Sí, de aire,
y en el aire perdidas.
Déjame que me pierda entre palabras,
déjame ser el aire en unos labios,
un soplo vagabundo sin contornos
que el aire desvanece.
También la luz en sí misma se pierde.»
Feliz día.
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Nada que añadir. El poeta lo dijo todo y mejor que nadie.
Saludos
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Yo es que me pongo a pensar en todo lo que «debemos» a la religión y me pongo malo, osea que nada, pensaremos que estás equivocada 😀
Besotes ojito.
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Pensemos en ello, pues. Me encantará descubrir que así fue y que la religión sólo nos ha dejado cosas buenas, alegres y placenteras.
Abrazo
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me ha encantado este post. me ha ofrecido una visión de la lectura y de la historia, o de la historia de la lectura, de la que no tenía ni idea. saludos. dejo abajo mi blog por si quieres curiosear
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Qué bueno, celebro aportar elementos de reflexión.
Paso por tu blog, saludos…
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Haces bien en aclarar con eso de «sin caer en reduccionismos», porque más de uno puede malinterpretar el significado de tus palabras. La misma lectura se hace desde el materialismo dialéctico; es decir, desde el análisis capitalista. Mientras los ingleses saqueaban a América y usaban esas riquezas para fomentar o crear la revolución industrial, España saqueaba lo suyo (incluso más que Inglaterra, de allí la creación de los Corsarios) pero permanecía postrada en una contemplación mística que no la llevó a ningún lado y, «por arrastre», tampoco a nosotros, los de este lado del Atlántico.
Tu pregunta final es (casi) retórica.
Cariños enormes.
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Claro, es muy fácil ser simplista y atribuir la historia al aspecto que uno está comentando, cuando es evidente que la realidad es harto más compleja que explicaciones unívocas. Y sí, el materialismo dialéctico y Weber con su ética protestante van por esa línea. Lo que yo planteo va por otra línea, aunque terminen tocándose.
Abrazo
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Hallo Danioska…
Por aportar mi granito de arena, te diré que por vivir en territorios reformados, constato cada día que se lee y mucho. Por contra, y ahora que estoy pasando navidades en la España caótica y bella, constanto cada día que en mis círculos más cercanos raramente se lee. Y no solo eso, sino que no se piensa leer. No al menos literatura.
Naturalmente, hablo de amigos y de familiares directos. Sencillamente no leen. Y la mayor parte es gente formada.
Esperemos que se produzca un cambio de tendencia. O por lo menos una Reforma.
Al hilo de esto, estoy con Leer la mente de Volpi, y me está pareciendo un artefacto de lo más instructivo y apasionante.
Saluditos helados desde Toledo…
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Por principio de cuentas, te envidio profundamente por estar en el suelo mágico toledano. Por seguimiento de cuentas es una desgracia pero tal como lo dices, en nuestros países se lee poco (y eso que España es más lectora que Latinoamérica)…
No conozco el libro de Volpi pero él es interesante.
Un abrazo fuerte
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¡Hola, Danioska y compañía!
Hace unos días leí tu post y, casualmente, en estas fiestas me han regalado el libro «Las mujeres que escriben, también son peligrosas» (mismo autor, misma editorial). Aprovecho para recomendarlo y, de paso abrir otro debate, el de las mujeres que estuvieron al otro lado del papel: las escritoras.
Un abrazo.
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Vaya, qué bien, es un buen regalo. Las imágenes del libro son hermosas pero el prólogo fue lo que me dio más material de reflexión. Ya me contarás qué te parece. En cuanto a las escritoras, sin duda es un tema interesante: por condicionamientos sociales y de género creo que durante la mayor parte de la historia de la escritura, la experiencia creativa ha sido distinta para ellos que para nosotras, aunque en lo personal no suscribo la idea de que existe una «literatura femenina» sino simplmente «literatura buena o mala», escrita por igual por «escritoras» o «escritores».
Saludos
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Totalmente de acuerdo en cuanto a la calidad literaria, Danioska. Más que de literatura femenina… creo que más bien se trata de las dificultades añadidas que encontraron por ser mujeres cultas y con inquietudes en un tiempo donde ese ámbito se le reservaba a los hombres.
Saludos
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Interesante, por supuesto, la visión desde ese ángulo de la puerta. Prueba de que cuando alguien «tiene» que escribir porque no puede evitarlo, encuentra la forma a pesar de tener al mundo en contra.
Saludos
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Bueno, la imprenta moderna se inventa unos pocos años antes de que naciera Lutero y fue arma fundamental contra la Contrareforma a que se enfrentó. La imprenta abarató los costes de cualquier libro. Independientemente de lo denunciable de las formas católicas desde siempre (Lutero pretendía modernizar la iglesia católica en un principio). Y varios principes alemanes apostaron por él porque era una buena forma de hacerle la puñeta a Carlos V (I de España). Y los católicos llegaron aún más lejos. En España el heredero de Carlos, Felipe II, cerró fronteras culturales en España con la (copio de wikipedi)
» La Pragmática de 22 de noviembre de 1559, fechada en Aranjuez y recogida más tarde en la Novísima Recopilación (VIII, 4, 1),1 fue una Pragmática de Felipe II de España, promulgada en su condición de rey de la Corona de Castilla. Prohibía a sus súbditos estudiar en las universidades extranjeras, exceptuando las de la Corona de Aragón, la portuguesa de Coimbra y un corto número de universidades italianas: la de Bolonia, la de Roma y la de Nápoles (ésta última perteneciente a un reino de la Corona de Aragón).».
Un profesor de mi facultad hizo un doctorado estudiando cómo esta pragmática supuso el inicio de la decadencia del imperio español. En fin, católicos. Un abrazo.
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Claro, cerrarse a lo diferente, es decir, obligar a la endogamia, no puede llevar sino a la consumición, la decadencia y la muerte. Muy interesante tu aporte, gracias. El reinado de Felipe II me interesa por muchas razones, lo he estudiado desde la producción poética en su época, y este punto lo desconocía.
Un abrazo fuerte…
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Reblogueó esto en Entre Castillo y Castroviejoy comentado:
Un Blog por y para la cultura salpicado de poesías de la propia autora. La selección de temas exquisita, una pura delicia en cualquier momento del día. Seguro que todos conocéis perféctamente Palabrasaflordepiel, este enlace es para los más despistados. Un saludo.
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Es cierto, y también se notó en todo lo referente al progreso material, ya en el siglo XVII la protestante Holanda tenía una de las Repúblicas más avanzadas en muchos aspectos (comercial, científico), cuando aquí todavía se perseguía a los herejes. Un gran acierto de Lutero creo fue promover la traducción de las escrituras a la lengua del pueblo y con ello propició la expansión de la imprenta; otro fue como consecuencia de dejar leer las escrituras a la lengua popular y el acceso a las mismas de todos, que leer y conocer cualquier sabiduría ya no estaba en poder de cuatro eruditos que sabían latín o griego…
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Mucha razón: otra vez la educación como motor de progreso y crecimiento (mil perdones, espero que no suene a eslogan político; es que estamos tan acostumbrados a la trivialización de la verdad, que hay que pedir perdón cuando uno la roza). En efecto, el protestantismo democratizó la educación y así llevó a esas naciones a otro nivel de desarrollo.
Saludos…
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