«Para soñar que no estamos huyendo», de nuevo a escena

El teatro, la caja vacía que vibra de historias y matices, es una gran mentira. Los actores pretenden ser otros, estar en distinto tiempo y lugar, mientras los espectadores les creemos y reímos como si lo que pasa en escena ocurriera de a devis, nos estrujamos las vísceras, exprimimos el corazón cuando el momento lo amerita. Pero lo que dijera Rulfo sobre la literaturaSigue leyendo ««Para soñar que no estamos huyendo», de nuevo a escena»