Para arrancar el día, un caramelo de palabras que intenta describir lo indescriptible, que busca asir la maravilla de un orgasmo: «Nos dábamos el uno al otro como dos niños aprendiendo a nadar, y nos fundíamos, y hacíamos locuras y no sabíamos de qué garganta salían los gritos… Y subíamos y explotábamos, girando en círculosSigue leyendo «Orgasmo, círculo de fuego»