Me declaro apasionada de las nubes. Efímeras y veleidosas, siempre divinamente estéticas, innecesarias pero sin las cuales el mundo no se concibe, son precisa metáfora del arte. Como dice Szymborska, no necesitan que las veamos pero sin ellas los ojos nunca se llenan.
«Con la descripción de las nubes/
debería darme mucha prisa,/
después de una milésima de segundo/
dejan de ser ésas y empiezan a ser otras.//
Es propio de ellas/
no repetirse nunca/
en formas, matices, posturas y orden.//
Sin la carga de ningún recuerdo/
se elevan sin problemas sobre los hechos.// […]
No tienen la obligación de morir con nosotros./
No necesitan ser vistas, para poder pasar».
Wisława Szymborska, «Nubes», El gran número. Fin y principio y otros poemas (Hiperión)


la misma pasión corre por mis hijos y trato que de que esa prisa, ese segundo que parece no tener importancia, se detenga y así poder observar a placer
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Vaya, veo que somos varios locos sensibles por aquí. Pues sí, cómo se disfrutan esos momentos, querido.
Abrazo
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Efectivamente! Qué razón tienes…
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Ya lo decía algún sabio: todo está en todo.
Saludos
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Me encantan las nubes. Cielos cambiando, nubes algodonosas en movimiento..
Un fuerte abrazo
Cristina
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Son como un caleidoscopio de formas y figuras. De niña me encantaba acostarme en el jardín de casa a «buscarles formas» y anotarlas en un cuaderno. Me pasaba tardes enteras en ello y me enteré hace poco que existe una asociación de observadores de nubes!!
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En Madrid hay un grupo observadores de nubes. Me apasionan. Un abrazo.
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Sí, me parece fascinante que se reúnan a hablar de nubes. ¿Hay algo más importante que eso?
Abrazo
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Qué linda que es Szymborska, y que pena que se nos haya ido hace tan poco tiempo atrás (poco más de un año). Tiene esa misma sonrisa que he encontrado en Alice Munro; brindan una sensación de paz, de sabiduría, de complicidad bien entendida que extiende el placer de su lectura hasta más allá del alcance del texto.
Cariños y gracias por este poema, el cual no conocía.
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No he leído a Munro, ahora me traje un libro suyo de NY así que no puedo opinar, pero sin duda Symborska es deliciosa, entrañable a morir.
El poema es tuyo desde hoy…
Abrazo
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Mío lo hago. Munro no está nada mal; sin duda. Pero creo que Flannery O´Connor es superior (la nombre porque Munro se declara «discípula» de O´Connor).
Cariños y espero que la disfrutes.
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Me gusta todo menos la palabra «inútiles», me rebota. Mi asociación automática en una lengua que te gusta, con subtítulos.
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Te digo que tus asociaciones automáticas son auténticas joyas! Esto es un embeleso: «Vanno/ vengono/ per una vera/ mille sono finte e si mettono lì/ tra noi e il cielo/ per lasciarci soltanto una voglia di pioggia». Nada que añadir…
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