
Entro a una librería en la zona de Beyoglu, centro de Estambul. Busco literatura turca en inglés, pero apenas hay unos títulos para turistas. No encuentro ninguna biografía de Atatürk, nada sobre la «Revolución del alfabeto» que impulsó ese visionario. También quisiera algo de poesía y alguna novela. Nada.
El librero me oye decir algo en español y pregunta de dónde soy. Al responder «México» casi grita: «¡Rulfo! ¡Uan Prekiado!». En su pobre inglés pregunta cómo se pronuncia el nombre del protagonista de Pedro Páramo y con cierta pena corrijo: «Juan Preciado». Cuenta que es su novela favorita, que la ha leído varias veces y se las ingenia para comunicar su hipótesis de que Comala influyó en el Macondo de Cien años de soledad, porque se publicó más de 10 años antes. Macondo y Comala se me aparecen a la mitad de Turquía.
Dice llamarse Mahsum y lamenta no tener en ese momento en la librería Hür Basımevi, la edición en turco de Pedro Páramo, pero me presume a Latinoamérica en su tienda: Cien años de soledad y Vivir para contarla de García Márquez, La muerte de Artemio Cruz de Carlos Fuentes y El Aleph de Borges, más un libro sobre Frida Kahlo. Es un gran lector, lástima que nos comunicamos con dificultad. Le pido me recomiende autores turcos que deba buscar, además de Orhan Pamuk. Me escribe una larga lista con nombres que desconozco, entre ellos Latife Tekin, Ece Ayhan y Nazim Hikmet. Al fin me despido de él como de un amigo con quien tengo amistades en común. Cómo no.
Muero por saber qué tanto le platican Aureliano Buendía y Juan Preciado cuando están solos.

No estuviste en la librería más antigua de Estambul? Ver foto en mi twitter @cgguadilla
Me gustaLe gusta a 1 persona
No, no la conocí! Busco tu foto.
Saludos
Me gustaMe gusta
Que satisfacción encontrar un admirador de nuestro gran Rulfo y García Márquez, Comala y Macondo viviendo al lado de Capadoccia. Te sigo con admiración a tu narrativa.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Primero fue una sorpresa y luego, como dices, me dio un gusto inmenso. Rulfo, por supuesto, por «amigo» de muchas lecturas y muy mexicano, pero Gabo y Borges también como relaciones con las que he pasado muchas horas felices. El tema que me quedó rondando fue justo lo que digo al final: me encantaría saber qué le hizo «click» de ellos a un lector turco. Como suele pasar, los personajes universales hablan sin límites geográficos.
Gracias, un abrazo
Me gustaMe gusta
La emoción intensa de saberse que él estaba allí, en un diálogo, personaje o en todo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tan lejos. Tan cerca. Y el mundo del tamaño de un pañuelo que cruza a Latinoamérica en Turquía. Fazli, Mahsum … has cosechado anécdotas y amigos. ¡Y no me extraña! 😉
Besos desde el sur del sur.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sí, más cerca de lo esperado, más similares unos a otros a pesar de la lengua y los kilómetros puestos en medio. No deja de sorprenderme y de emocionarme.
Beso desde muy cerca del sur del sur
Me gustaMe gusta
¡Hola, hola!
Esto demuestra, Danioska, que la verdadera literatura es un puente y que el mundo está hecho de vasos comunicantes. A mí se me enchinó la piel al saber que a Rulfo, que algunos aquí lo tienen olvidado, allá lo siguen leyendo.
¡Saludos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sí, qué tal: al chico se le iluminó la cara al saber que éramos de México, como si en alguna parte nuestra lleváramos algo de ese querido amigo suyo de muchas horas. Como dices, de enchinar la piel.
Abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Llevo a Macondo en mi corazón! Me ha encantado saber que Aureliano Buendía, luego de tantos años, ha viajado tan lejos…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sí, es emocionante saber que amigos cercanos han sido bien recibidos en tierras distantes. Aureliano, sin duda, se hace querer en todos los idiomas.
Saludos y gracias por pasar
Me gustaLe gusta a 1 persona
Vaya saber que le cuentan Juan Preciado y Aureliano Buendía. lo que parece cierto es que se le ha quedado prendado en el alma, Juan Rulfo. ¿cómo no?
No puedo imaginarme encontrar libros de autores latinoamericanos por aquellas tierras. qué bonito!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Se le quedaron en el alma y en la piel, vieras su entusiasmo y el esfuerzo desesperado por comunicarse con «los mexicanos». Fue muy emocionante, me sacó una sonrisa que duró varias horas.
Abrazo
Me gustaMe gusta
Gracias por la cita, Enrique querido!
Me gustaMe gusta