
Con esta vista del mar de Los Cabos, en el estado mexicano de Baja California, me lleno los ojos y me los tallo para dejarla ahí incrustada, para que ya no se salga. Y mientras lo consigo repito el mantra-haikú de José Juan Tablada porque sí, parece que el mar se rompe, pero no:
Al golpe del oro solar
estalla en astillas el vidrio del mar.
Bonita la fotografía ( quien estuviera alli!!!) y no menos, el verso. Un abrazo.
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En realidad la foto se tomó sola, no es mérito mío sino del paisaje.
Un abrazo, Lurda, gracias
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Qué bonito el haiku.
Besos.
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Tablada es una maravilla.
Abrazos, Alberto
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¡Qué precioso el haiku! Y ese mar…
Un abrazo, Julia.
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Ese mar es una cosa espectacular, María.
Gracias por pasar, un abrazo
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Estallan en astillas estos ojos!
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Por poco sí!
Saludos, Marlo
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Unas palabras muy bonitas, solo me falta imaginarme el sonido del mar y casi siento la brisa.
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Todos tendríamos que vivir a orillas del mar. Seguro el mundo seria más feliz.
Saludos
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Son dos versos bien logrados, plenos de hermosura y melodía.
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El haikú se refiere, en principio, a peces voladores, pero lo recordé porque en efecto el mar parecía estar astillado.
Un abrazo, Rubén
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