Me gustó la idea del colega y amigo Armando Alanís, de escribir recuerdos sobre “la cálida vida que transcurre canora” entre libros. Van algunos míos, entrañables: 1. Siendo niña descubrí a Sherlock Holmes en una edición ilustrada que aún conservo. Es lo primero que me emocionó la piel lectora. Al conocer Londres fui a rendirleSigue leyendo «MEMORIAS DE UNA LECTORA»