Para el lanzamiento de su nueva novela, El libro de los placeres prohibidos (Planeta), el escritor argentino Federico Andahazi declaró que Gutenberg no es el héroe que nos ha vendido la historia. En lugar de estar interesado en la difusión del conocimiento (¿quién puede creer que el impresor tenía ojos de futuro, para saber que su invento cambiaría al mundo?), en realidad fue un falsificador en busca de lucro. Con este fin en mente encontró cómo reproducir en dos horas un libro, tarea que hasta entonces podía tardar años al hacerse a mano y a un costo altísimo, «similar al de una casa», señala Andahazi en entrevista citada por La página del idioma español. Afirma haber visto documentos que prueban que Gutenberg fue enjuiciado por estafa. Yo busqué en la web información al respecto pero sólo encontré que mantuvo su trabajo en el mayor secreto y que su familia, comerciante de metales, se vio involucrada en juicios por falsificación.
Lo que plantea el argentino no es descabellado. Además, me gustan su pluma y su osadía en novelas como Las piadosas, con lo que sin duda leeré El libro de los placeres prohibidos. Sin embargo, me despierta suspicacias que esta revelación surja al momento de promover su nuevo libro y, también, no localizar más información al respecto. Ojalá Andahazi aporte fuentes y datos duros o algún historiador serio profundice en el tema. Mientras tanto, me deja sembrada la duda.
Link relacionado
Artículo en La página del idioma español: http://www.elcastellano.org/noticia.php?id=2243
Biografía de Gutenberg: http://www.robinsonlibrary.com/library/history/gutenberg.htm
Y de esta manera se cargó el oficio de amanuense… ¿sabes que nunca había pensado en Gutenberg como en en héroe? Es decir, siempre pensé que las consecuencias de su invento no fueron en lo absoluto parte del plan original. ¿Cambiaría de verdad el hecho de que haya podido ser no un señor si no un truhán? Andahazi lo conozco sólo de nombre. Me regalaron «las piadosas» pero no he tenido el tiempo de leerlo. Tiempo, tiempo…
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Cambiaría sólo la percepción que se tiene del personaje histórico, nada más y nada menos. Reconozco que nunca había pensado qué puede haber pasado por su mente al crear los tipos móviles pero esta hipótesis me suena altamente probable. En fin, ya se verá. En cuanto a Andahazi, he leído de él Las piadosas, que me gustó por provocadora, también El anatomista, buena, y una novela que me pareció fallida: Errante en la sombra. Tengo por ahí la Historia sexual de los argentinos, pendiente de lectura. Lo cierto es que en otras ocasiones el escándalo ha empujado la venta de sus libros…
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¿la historia sexual de los argentinos? :S ¡válgamelamagdalena! eso hay q
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ue leerlo… si se me fue hasta la tecla… ¡y yo que pensaba que eran como los ángeles! (menos el mío y el de santa Teresa, por supuesto)
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Como lo lees, se me antojó y lo compré. Habrá que ver qué tal…
PD Saludos a tu ángel y al de Santa Teresa, de parte del mío y del de San Juan de la Cruz.
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Pues me sigue pareciendo un invento genial, nunca me he planteado si el inventor de la rueda no era sino un vago que quería hace el trabajo con menos esfuerzo.
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Claro, como lo dices: el hecho de que fuera un pillo no cambiaría la genialidad de su invento. Sin embargo, en lo personal me gustaría conocer un poco más sobre el personaje…
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Bien… Hace muchos años, leí también El anatomista y Las Piadosas, y después le perdí la pista. Habrá que ver que tal está esta nueva novela. Gracias por el dato, Dani. Saludos!
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Pues quien la lea primero que cuente qué tal!
Saludos y gracias por pasar
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Andahazi es todo un tema… Leí su primera y polémica novela (polémica porque ganó un primer premio que la millonaria que lo organizó se negó a entregarle por considerar a la novela en cuestión como pornográfica. Luego de marchas y contramarchas el premio, le fue entregado). Esa novela me pareció buena. Luego comencé otra cuyo nombre no recuerdo (una donde un dictador sale volando por la ventana y no sé qué más) y la dejé porque me pareció decididamente mala.
Historia sexual de los argentinos me lo prestaron y tuve que leerlo, no me pareció gran cosa y, además, tiene algunas erratas dudosas (recuerdo haber buscado una cita –bíblica, si mi memoria no me falla– y ni siquiera existía el capítulo mencionado). nunca volví a leer algo de él y dificulto que lo haga.
P.D.: Y si alguien quiere conocer la historia sexual de los argentinos y argentinas, que deje los libros de lado y se aboque al estudio de campo, que es más provechoso y permite, luego, hablar con conocimiento de causa.
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Vaya, interesante la provocación de las líneas finales. Pues no puedo hablar del libro porque, como dije, no lo he leído, pero tengo que coincidir con tu punto de que, en este caso, experiencia-mata-libro. Sólo añado un matiz: incluso si alguien decide emprender esa cruzada por el conocimiento logrará una visión de la vida sexual actual, mientras el libro la ofrece a través de las épocas: costumbres, hitos, influencias.
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Sí, es cierto; pero como dije, Andahazi no me provoca una completa confianza; así que tampoco estoy muy seguro de que sea así como él lo dice.
Es como en la vida real; cuando descubres que un compañero de trabajo o tu pareja o un familiar te ha mentido, la próxima vez que abre la boca piensas «mmmm… ¿y ahora qué estará diciendo?»
Algo así. Perdón por la pobreza del ejemplo.
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Auch, lo que dices me hace sentido… Y lo peor es que no tengo ningún elemento que añadir a su favor, sólo digo que un par de libros suyos me dejaron con excelente sabor de boca.
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