Aquí va otra entrada de cinco cuentuitos míos (pequeñas historias en formato Twitter, es decir, de 140 caracteres o menos). Para echar ojo a las dos primeras de la serie da click en este enlace: http://wp.me/p1POGd-1OG
De pupilas a pupilas
Mientras el chico miraba Las pupilas ardientes, en sus ojos las pupilas ardían más que nunca.
Paradojas de la santidad
‘Debemos darnos al prójimo’, leyó la santa. Obedeció literalmente y dejó de ser santa. Nunca entendió dónde estuvo su error.
Así, ya no
Odiaba la gordura de la chica pero soñaba con sus caderas imposibles. Cuando ella adelgazó para agradarlo, ese día dejó de soñarla.
Extrañamiento
Roce de cuerpos sin nombre. Hoy muere por saber si laextraña laextraña.
Quitapon
Él le ponía siempre una sonrisa en la boca. Un día le quitó las que le había dado (y las que no le dio).
Pero lo bailado no se lo quitó ni dios, a la santa. Estupendos.
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Pues sí, pero pobre: ella, tan casta, sólo siguió el mandato al pie de la letra para ser más santa…
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Me encantaron. Y lo dice un hombre que escribe dos páginas para saludar, nada más. El segundo, “Paradojas de la santidad” es el mejor. Brillante. La santa no encontró el error porque, simplemente, no lo hubo (por eso es Santa). Bien por ella (y enlazo éste comentario con otro anterior sobre un texto de Paz. Como abro tus posts en pestañas separadas para ir respondiendo de a uno no sé si es anterior o posterior).
“Así, ya no” es un hecho común en la vida real; y en “Extrañamiento” es sugerente la vertiente lésbica (¿puesta a propósito o sólo para aprovechar el juego de palabras?
Ya voy a ver las otras dos entradas.
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Me resultan divertidos los cuentuitos, además del reto que significa el formato muy-a-lo-Monterroso. La vertiente sáfica tuvo su intención, sí…
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