Sobre una (mala) traducción de Nabokov

Nabokov fotografiado por Yousuf Karsh
Nabokov fotografiado por Yousuf Karsh

«[…] Por el brillo de esas mejillas, por los doce pares de delgadas costillas, el vello en la espalda, la insustancialidad de su alma, esa voz ligeramente ronca, los patines y el grisáceo día […] Por todo esto él hubiera dado una bolsa de rubíes, un balde de sangre, cualquier cosa que le pidieran» -Vladimir Nabokov, El hechicero (Emecé).

Esta niña es antecedente directo de Lolita (1959). Escrita unos 20 años antes, anuncia el tono, las pinceladas y el humor de la obra maestra de Nabokov pero, sobre todo, presenta su exquisito sello. Esto es lo primero suyo que leo en español (he devorado Lolita tres veces y Ada o el ardor una, ambas en inglés) y ahora este «hermoso trozo de prosa rusa, lúcido y preciso». Sin embargo, esta versión hispana (traducida del ruso al inglés por Dimitri Nabokov y de ahí al español por Rolando Costa), es descuidada: basta ver la obvia cacofonía «brillo, mejillas, costillas». Con todo, nada empaña líneas como: «Sabía que no efectuaría intentos contra su virginidad en el sentido más estrecho y rosado del término, hasta que la evolución de las caricias hubiera ascendido, trasponiendo un cierto paso invisible. Él se contendría hasta la mañana en que, riendo aún, ella escuchara su propia sensibilidad y, enmudeciendo, exigiera que la búsqueda de la oculta cuerda musical se efectuara en conjunto».

Decía Monterroso que de leer un buen libro en una mala traducción a no leerlo, prefería lo primero. Así mismo: es una novela imperdible aunque el traductor no lo sea.

Publicado por Julia Santibáñez

Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia.

4 comentarios sobre “Sobre una (mala) traducción de Nabokov

  1. Bueno, habiendo sido un poco el enlace (involuntario) de El hechicero con tu persona, me alegra ver que –al menos en líneas generales– te ha gustado. Es cierto que es una traducción de una traducción (cosa que no recordaba en absoluto. Leí esta novela hace un par de décadas atrás, cuanto menos) y eso complica las cosas.
    Al margen: tú sabes que de algún modo nuestros blogs a veces se relacionan de un modo extraño; es así que hoy digo, en mi entrada, que tuve la fuerte sensación de que debemos leer más autores de nuestra lengua. Idea caprichosa, sin duda, pero que se me impuso casi como una orden. Bueno, ya verás por qué digo eso.
    Doblemente al margen: Me disculpo por el desorden en mis comentarios y respuestas, pero es que no solo no me avisa el RSS Feed Reader de tus entradas; ahora tampoco me avisa WordPress de tus comentarios. ¡Lo curioso es que sólo lo hace contigo! Tú decías, el otro día, que yo te vigilaba; ahora creo que alguien nos vigila a los dos y que tienen miedo de que llevemos adelante la RLH (Revolución Literaria Hispanoamericana). De otro modo, no se entiende cómo sucede eso.
    En síntesis: tengo que abrir cada una de mis entradas para ver los comentarios y también la tuyas para ver si dijiste algo en alguno de mis comentarios (no es que necesariamente merezcan una respuesta, pero por las dudas, lo hago).
    Así que ya sabes, si no respondo o lo hago tarde, no es mala intención. Es la güeb.
    Cariños.

    Me gusta

    1. Ya hemos hablado de la veleidades de la Red y te había dicho que a mí tampoco me aparecen en el feed tus posts, aunque sí tus comentarios. Pordios, no te disculpes, más bien sigamos adelante con nuestros planes literariamente sediciosos, pésele a quien le pese.
      Sobre El hechicero: es delicioso y estaré siempre agradecida por la recomendación, sólo que no pude dejar pasar el comentario sobre la traducción deficiente.
      Abrazo

      Me gusta

  2. Hola Danioska.

    La verdad es que Lolita es también uno de mis libros preferidos. Hay una duda que siempre me ha surgido pues todos los ejemplares que han caído en mis manos han incorporado la misma frase. Y es en concreto, en las últimas frases del libro, cuando dice » …y esta es la única inmortalidad de tú yo, podemos compartir, Lolita mía».
    Es ese tú yo… que no introduce el nexo «y». Que deja los dos pronombres juntos. Como abrazándose en la inmortalidad de las palabras.
    Me gustaría saber si es una errata o es otro golpe de genialidad de Navokov… Mejor no. No me digas nada. Prefiero que ese «tú yo» sigan juntos en mi recuerdo para siempre.

    Un abrazo

    Me gusta

Añade tus palabrasaflordepiel