Amo viajar, encontrar nuevos cielos y el riesgo de sabores sin palabras, conversar en lejano, saciarme de novedad. Sobre todo, me gusta el reto de redescubrirme y ver mi sombra en otro huso horario. Suscribo este texto hermoso de Mutis sobre los asombros que depara el mundo:
«Es menester lanzarnos al descubrimiento de nuevas ciudades. Generosas razas nos esperan. Los pigmeos meticulosos. Los grasientos y lampiños indios de la selva, asexuados y blandos como las serpientes de los pantanos. Los habitantes de las más altas mesetas del mundo, asombrados ante el temblor de la nieve. Los débiles habitantes de las heladas extensiones. Los conductores de rebaños. Los que viven en mitad del mar desde hace siglos y que nadie conoce porque siempre viajan en dirección contraria a la nuestra. De ellos depende la última gota de esplendor.
Faltan aún por descubrir importantes sitios de la tierra: los grandes tubos por donde respira el océano, las playas en donde mueren los ríos que van a ninguna parte, los bosques en donde nace la madera de que está hecha la garganta de los grillos, el sitio en donde van a morir las mariposas oscuras de grandes alas lanudas con el color acre de la hierba seca del pecado.
Buscar e inventar de nuevo. Aún queda tiempo. Bien poco, es cierto, pero es menester aprovecharlo». -Álvaro Mutis, «Los viajes», La intacta materia de otros días. Textos selectos de Manuel Mejía Vallejo y Álvaro Mutis (Alfaguara)
palabras a flor de piel 
Comparto el gusto por viajar, los que más disfruto son aquellos en los que viajo sola!!
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Yo tuve esa sanísima costumbre durante varios años, hice viajes fantásticos sola, en los que el autodescubrimiento se potenció. Ahora, por diferentes circunstancias y falta de tiempo, hace mucho no viajo por mi cuenta… pero lo extraño.
Saludos
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Yo también amo viajar.
Un beso viajero.
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Es uno de los máximos placeres de la vida…
Abrazo
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Adoro viajar, Méjico es una de mis asignaturas pendientes pero tal vez no sea el momento…, bueno, lo importante es poder conocer gente que te hace llegar el palpitar de ese pueblo. Un abrazo.
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Qué te digo, mi país es hermoso, pero no soy capaz de asumir el cargo de vocera de 100 millones de almas!
Gracias por pasar.
Saludos
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Siempre es grato, así que «no te libras de mi» jajaja.
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No lo intento, tenlo por seguro…
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Deliciosa cita de Mutis. La imagen es perfecta (deberías pegarla, aunque sea, en el lado interior de tu maleta). ¿Te vas a algún lado en estos días? Yo hace meses que estoy quieto (aunque más no sea, localmente) y no veo la hora de agarrar la ruta, no importa si es por algunas horas, aunque lo ideal sería a otro hemisferio, como poco.
Abrazo.
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Me das una gran idea: llevar el pasaje de Mutis en la maleta para tener presente la riqueza que aguarda en cada periplo.
Pensaba a ir a Buenos Aires en febrero pero será en marzo. Mientras tanto, al menos dos veces al mes procuro salir de la ciudad, a un lugar cercano llamado Tepoztlán, donde rento un bungalito. Lo disfruto una enormidad pero sí, se antoja mucho un viaje trasatlántico. Espero que los astros lo concedan.
Abrazo multiplicado
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A veces, más que viajar, es la sensación esa de que pierdes el tiempo donde estás habiendo sitios por descubrir, como para saciar esa necesidad por apartarse de lo habitual. ¡Saludos!
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Los viajes detienen el tiempo habitual y lo trastocan en minutos frescos, de ojos asombrados. Por eso fascinan.
Saludos y gracias por pasar…
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Fíjate si me hace falta viajar que no sabía que hubiera mariposas lanudas siquiera 🙂
Besos ojito, muy bonito texto.
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Besos, querido!
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Viajar es la mejor inversión que hay, no me refiero a dinero que también, me refiero a conocernos mediante la infinidad de gentes de diferentes formas culturales que nos rodean. Aunque si no tenemos la posibilidad de viajar geográficamente, también tenemos infinidad de gentes diferentes de las que aprender.
En cualquiera de las situaciones, el gran peligro y problema es la adicción a querer conocer más y más.
Abrazo Danioska
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De esas adicciones no me quiero proteger, al contrario, exponerme más a ellas y contaminarme todo lo que sea posible, que enriquecen como nada y dejan perfume de sorpresa.
Abrazote
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Dice Fernando Pessoa: «Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos».
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El incuestionable Pessoa, preciso lector del alma humana, lo resumió perfectamente.
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