Me encuentro este cartón por azar (¿no lo son todas las cosas?) y me fascina la planta que crece en la cabeza del lector. Aunque soy usuaria y disfrutaria de las redes sociales, no me han deparado el placer que he sentido con uno solo de mis libros porque, como lo señala el escritor Alberto Ruy Sánchez, estos me involucran por completo: “Leer ofrece uno de los mayores placeres que puede tener el ser humano, el de comprender. Pero su poder no está sólo en las ideas: consiste en que nos permite comprender con todos los sentidos, con todo el cuerpo” (en 101 aventuras de la lectura, Artes de México/ IBBY).
Sí, leer implica asomarme a la mente de otro(s) y quemarme con su aliento, compromete mis emociones, sacude mis sentidos, estimula mi imaginación. Muy pocos placeres pueden rivalizar con ese abanico de registros.
Y crea mundos.
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Sin duda. Y permite habitarlos.
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Como comentaba hace algún tiempo con un desconocido en un Aeropuerto Alemán, uno de los grandes regalos que la lectura nos brinda, es esa oportunidad de ver, escuchar, saborear, sentir y aprender mediante la experiencia del autor, muchísimas enseñanzas que quizá de otro modo hubieran sido muy complicado el acercamiento, como grandes pensamientos filosóficos por ejemplo, ¿En dónde en el diario vivir nos encontramos con un kant, Platón, Heidegger y demás? En fin, muy de acuerdo contigo, leer implica asomarme a la mente de otros, que pasen un excelente día.
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Si le añades las oportunidades que ofrece la literatura en su conjunto son muchos mundos los que podemos visitar al abrir un libro.
Gracias por pasar. Saludos…
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Leer es también acercarse a uno mismo, interpretar palabras a nuestra manera, con códigos nuestros o del autor, de quién nos hacemos cómplices y amigos en lo más íntimo.
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Al final, como dijo Terencio: “Soy humano y nada de lo que es humano puede parecerme ajeno”. De manera que tanto autores como personajes pueden hacer vibrar fibras internas en las que nos reconocemos (nos guste o no).
Abrazo
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Repito aquí lo que te dije vía Twitter. “Leer es como vivir: corre uno el peligro de llegar al fin y no enterarse.” Eliseo Diego. Poeta donde los haya, narrador del tiempo.
Leer es casi un credo, comprender lo que leemos es a veces un milagro.
Abrazos.
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Gran cita la de Diego. Y sí, es un milagro que uno puede reproducir a voluntad.
Abrazo
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leer es la vida misma
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O, al menos, el mejor sucedáneo de la misma.
Qué gusto leerte, Carlos.
Abrazo
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Yo digo que el día que no leo (un libro) me siento analfabeta, porque ananfabeta no es sólo el que no sabe leer sino también el que no lo hace. Saludos.
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Sí, poder leer y elegir o hacerlo es más lamentable aún que no saber hacerlo, pero no lo veamos como obligación: el placer que depara la lectura es único.
Saludos
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Después de leer tan buenos comentarios queda poco por agregar. Pero leer un libro (en papel) es una de las cosas que más disfruto en la vida.
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Yo también soy lectora de papel, ni hablar.
Saludos
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