Mientras afuera llueve, aquí en mi cuarto busco fijar el conjuro de dos. Leo estos versos por los que corre sangre guatemalteca: «A mí lo que me queda es/ lo nuestro/ este amor sin arrugas/ la combustión de un cuerpo aludido/ porque no te has ido/ somos lo que permanece./ En el poema existimos/ para siempre.// A mí lo que me queda/ es quedarme en ti./ En las paredes de esta boca/ tu imagen inasible/ en las yemas de mis dedos/ tu confesión/ guardados en mi garganta/ dos cuerpos […]».
-Carolina Escobar Sarti, Patria mi cuerpo. Historia de una mujer desnuda (F&G Editores)
¡Hostia tú!
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=)
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Me gustaría exiliarme en esa Patria 🙂 Muy bello poema!!!
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Es hermoso, sí…
Abrazo
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Leo poesía y luego existo… ¡Precioso! Un beso
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Así es, tal cual.
Un besazo
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