“I don’t regret for a single moment having lived for pleasure. I did it to the full, as one should do everything that one does. There was no pleasure I did not experience”. Lo dice Oscar Wilde en esa joya de texto que es De Profundis, escrito mientras estaba en la cárcel acusado por la familia de Lord Alfred Douglas, su amante y verdugo, de tener conductas homosexuales. Hoy, que hace 159 años nació ese máximo gurú de las letras, me apetece recordarlo con esa cita. Vaya postura de vida envidiable.
De profundis corta como un diamante, con cortes dolorosos de tan limpios. No sé si la Piaf haya leído a Wilde, pero seguro que a don Oscar le habría gustado esa canción de la Môme que conocemos todos. Besos.
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Ufff, sí, de los textos más dolorosos que recuerdo.
Nunca había conectado a ambos personajes pero sin duda deben estar brindando en otra dimensión.
Beso grande
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Por añadirle algo más: las fuentes del placer son tan distintas como distintas son las personas.
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De acuerdo, aunque algunos son favoritos universales…
Abrazo
PD ¿Te he dicho ya que disfruto mucho tu blog?
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El problema con Wilde es cuándo creerle y cuándo no. A veces sus boutades son una máscara que esconden una gran pena. En teoría sí, estamos de acuerdo con la cita y con que sería lo ideal poder llevarla a cabo; el asunto es cómo.
Cariños.
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No creo que sean autoexcluyentes pero, claro, en ese «cómo» se puede ir la vida…
Abrazo
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