Saboreo el primero de estos versos del mexicano Francisco Hernández. Cuando empiezo a acostumbrarme a su sabor, paso al siguiente. Despues al otro. Y al otro. Cuando llego a «Lo trituro y respiro yerbabuena», el lunes ya no es tan lunes.
«Tu nombre se puede morder como manzana./
Huele a mango de Manila y a naranja china./
Me deja la lengua morada igual que el chagalapolin y la escobilla./
Lo trituro y respiro yerbabuena./
Al separarlo estalla una granada./
Crece a la altura de la flor de caña, es la enredadera que sube por la cerca o se extiende a ras de patio, perseguidor de coralillos, sandías y verdolagas./
Si lo agito, escucho el agua que lo llena./
Si se lo doy al loco de la casa, volará a la punta del cerro y lo hará flauta./
Para librarme de la oscuridad lo conservo en un frasco./
Con la luz que despide se ilumina esta página».
-Francisco Hernández, «Página en tu nombre», En las pupilas del que regresa. Poesía reunida (UNAM)
Es lo que tiene el amor, por lo que sentimos son bellezas…abrazo
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Maravilloso, no tiene un sólo verso sobrante.
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Muy bueno. En mi última entrada te invité a participar en una propuesta del blogg de Gaviota. Hacer un realto para participar en el concurso con premio honorífico: Corazón de Chocolate. Si tienes tiempo, será un placer leerte.
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Me encantaría pero, justamente, lo que me falta es tiempo. Tengo varios textos pendientes de entrega para publicación y no he podido cumplir con el compromiso por falta de horas en el día (y la noche). Muchas muchas gracias por la invitación, me encantaría poder decir «acepto» pero, ay, no puedo ser tan irresponsable…
Abrazo fuertemente agradecido
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Una lástima, pues tus entradas tienen gran calidad. Un abrazo y otra vez será.
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Gracias, gracias.
Sin duda, mi vida no puede seguir siempre a este ritmo enloquecido.
Abrazo
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