Este libro de cuentos de Julián Herbert, publicado en 2009 porDeBolsillo, se me había escapado pero lo compré en la FIL (fue uno de los 14 que retacaban mi maleta al regreso).
El hilo conductor es que, en los 15 relatos, la cocaína es personaje relevante. Y que son buenos. Muy buenos. También muy crudos en su recuento del deseo por «la blanca», el éxtasis, la ansiedad, el nuevo deseo, los conflictos y el absurdo, el consuelo que ofrece, las ganas de parar pero las ganas de no hacerlo (incluye un irónico manual de uso de cocaína «orgullosamente mexicana»). Ubicados en el contexto violento del norte del país, me permiten vislumbrar un mundo que me es ajeno: la convivencia diaria con el «animal que mata ciegamente», con la «bestia lúcida y hermosa».
Si bien son evidentes los ecos de Burroughs, es malditamente fuerte la voz propia del narrador pulido que es Herbert. Su manejo del lenguaje es impecable, una auténtica ficción líquida por vía intravenosa. Sin concesiones lleva a afirmar, como uno de los personajes: «no hay peor sobredosis que la realidad». Auch.
Aquí el post que escribí sobre Canción de tumba, de Herbert: http://wp.me/p1POGd-Iy
Suena interesante. Amante de los cuentos tanto como de las novelas (distinción que no es ociosa, la novela, sobre todo en la última centuria ha ganado un prestigio que la hace parecer muy superior al cuento; lo cual no comparto. Será que pertenezco a un país con una fuerte traducción de excelentes cuentistas… tal vez. Hace unos días leí un reportaje a Alice Munro del New York Times –de antes de que le dieran el Nobel– y ella decía allí que se le estaba brindando nueva atención al relato corto. Tal vez el Nobel haya sido la prueba de que esto es realmente así), «picar» un libro de cuentos entre textos más extensos es como un remanso, un pequeño descanso en una batalla más ardua.
La alusión a Burroughs y, sobre todo, la expresión «su manejo del lenguaje es impecable» terminaron de convencerme.
Cariños, again.
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Ya me contarás qué te pareció, querido, pero Herbert forma parte de esta camada de narradores mexicanos actuales que realmente valen la pena.
Abrazo…
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