
Acostumbrada como estoy a asociar literatura japonesa y haikú, nunca había pensado que un autor renegara de esa riquísima tradición. Pero sí, entiendo el porqué.
Ando de viaje por Japón y aprovecho la excusa para empaparme de su literatura. Traigo conmigo Dos mil millones de años luz de soledad, de Shuntaro Tanikawa, traducido al español por Cristina Rascón y publicado recientemente por la UAM. Nacido en 1931, Tanikawa es uno de los poetas nipones actuales más reconocidos, merecedor de infinidad de premios literarios y autor de más de 60 títulos. Éste fue su primer libro, publicado cuando tenía 21 años y su país acababa de liberarse de la ocupación estadounidense. En ese contexto, se distanció de las formas tradicionales, como el haiku y el tanka, e incluso se confesó contrario a su uso, «ya que la métrica del 7 y 5 [había] sido utilizada para campañas imperialistas de exhortación a la guerra». En consecuencia buscó nuevas formas para referirse a la realidad de un Japón post-guerra y post-bomba atómica: empleó metáforas, sonetos, referencias occidentales. En ese marco se inserta su espléndido poema «Noche de lluvia silenciosa»:
«quiero estar sentado así por mucho tiempo
mientras escucho en silencio cómo se hunden nuevos miedos y tristezas
lisonjear el olor de Dios sin creer en Dios
recoger hojas en la avenida de un país lejano
anegarme de candiles ilusorios del pasado y del futuro
creer en un sofá mullido sobre el mar azul
y más que nada
amarme sin límites
quiero estar sentado así en secreto mucho tiempo»
El poema me llega. Lo releo y me toca más. Me sienta de golpe en el centro de un país descreído que tiembla de dolor y miedo, en el que un escritor intenta hacerse un espacio, crear un lenguaje que le ponga palabras a lo nuevo (¿no es un poco el intento de todo autor?). Luego leo la nota de la traductora: los ideogramas de la palabra hojas y del concepto palabras están relacionados. Mejor dicho, hojas es un ideograma contenido dentro de palabras. Pensar en ideogramas japoneses no es lo mío, así que busco un ejemplo en español: niño está contenido dentro de la voz niñera. Supongo que es algo así. El asunto es que una de las primeras antologías de literatura japonesa, Manyoshu, puede significar a la vez «colección de las diez mil hojas, colección de las diez mil palabras o colección de los diez mil poemas», dice Rascón. Por eso, el verso «recoger hojas en la avenida de un país lejano» puede referirse también al «acto de crear poesía o palabras en la avenida de una región aparte, es decir, una región poética distinta a la generación de escritores que precede a Tanikawa». Agradezco la nota, que me ayuda a entrar en las honduras del verso, entender mejor la intención de rompimiento del autor con sus antecesores, la fuerza que implica pero también la vulnerabilidad que lleva entretejida y con la que puedo conectar.
Una nota adicional sobre Rascón: además de ser escritora por derecho propio, es maestra en Política pública por la Universidad de Osaka, en Japón, y diplomada en Estudios asiáticos por la Universidad de Kansai Gadai. En sus ratos libres le da por traducir del japonés libros imperdibles, como éste, enriquecido con referencias culturales y notas de contexto histórico. De verdad, muy recomendable.
(Originalmente publicado en mi blog Deli(b)rios, en el sitio web de la revista SoHo).
Ay qué lindo Japón!!
Maravilloso poema. Me encanta. Gracias por las referencias. No lo conocía.
Abrazo y siga disfrutando.
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He ido descubriendo excelentes cosas en español, que iré compartiendo poco a poco, querida Nélida. Un abrazo fuerte mientras tanto!
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Esto de tu viaje a Japón parece que va a tornarse épico. Otra entrada maravillosa. El poema es conmovedor, hermoso, sutil, poderoso; y quisiera seguir sumando adjetivos, porque se merece varios más. Lo que acotas sobre la traducción vuelve todo casi mágico. Quienes amamos a las palabras y a los juegos nos sentimos con todo esto en el décimo cielo (en la Pagoda del Cielo). Las combinaciones, los sentidos, las sugerencias, los juegos léxicos, las ironías, todo aquello que se aprende de lo que Rascón nos enseña pero, también, todo aquello que nos sugiere y nos invita a crear es maravilloso.
Una y mil veces, gracias.
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Otra que traduce con Google, la Rascón .
Seriamente: Gracias por estas perlas, generosa como siempre. El ideograma, ese desconocido. Yo normalmente lo relaciono con el hebreo que puede contener palabras y conceptos dentro de una palabra que parece ser otra cosa y ya más descaradamente a la música, hablo de escritura musical, que pué llevarte en un simple giro a conexiones infinitas. El diagrama está a mitad y más allá, es conceptual… y es gráfico… ¡Cágate lorito! Hay que buscar otra manera de explicar lo inexplicable. In the time. Besos somnolientos
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Errata corrige: el ideograma está a mitad…
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Insisto: ni Paz ni Rascón usan Google, me atrevo a afirmarlo. En cuanto al ideograma: es, en efecto, la nuez que contiene el universo. Lo muy poco que entiendo de él me parece tan redondo que me fascina su enorme complejidad. Mataría por ser capaz de entenderlo bien.
Un abrazote de quien se cae de sueño aunque apenas sean las 9 PM….
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