
«[…] Hicimos el amor. Lo hemos hecho tantas veces […] Hasta el deseo se vuelve puro, hasta el acto más definitivamente consagrado al sexo se vuelve casi inmaculado. Pero esa pureza no es mojigatería, no es afectación, no es pretender que sólo apunto al alma. Esa pureza es querer cada centímetro de su piel, es aspirar su olor, es recorrer su vientre poro a poco. Es llevar el deseo hasta la cumbre». -Mario Benedetti, La tregua (Alfaguara)
El uruguayo se metió anoche entre las sábanas. Sólo así me explico que tan bien pueda hablar de nosotros.
¡¿Nos estáis espiando?! ¡Pero si eramos nosotros! 😉
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=)
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La tregua, tengo esa deuda con Mario.
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Es extraordinaria, me gusta muchísimo aunque es cruda. Te la recomiendo!
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de Mario ahora es que vengo leyendo su prosa, me leo paralelamente «con y sin nostalgia» y «quien de nosotros»
Sigo prefiriendo su poesia
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En su caso, la prosa es tan poética que no se distingue claramente entre géneros. Hace poco releí «Vivir adrede», un puñado de caramelos en la boca…
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Eso si, me dormi en la lirica de su prosa, es tan bella como la de Victor Hugo.
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¡Genial! Precioso texto y muy elocuente tu apreciación. Lo bien que lo habrán pasado 😉
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Ando feliz, consentida por la vida!
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Reblogueó esto en bibliotecadealejandriaargentina.
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también habla de nosotros, de los que habitamos del otro lado de tu pantalla, en esta que es tu casa….
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Pues mira que el uruguayo resultó bien voyeurista!!
Un abrazote
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¡Fantástico tu comentario!!!
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Vaya, gracias!
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