Hoy, 12 de noviembre, fecha del nacimiento de Sor Juana Inés de la Cruz, se celebra en México el Día Nacional del Libro. Y también es #MiércolesDePoesía, con lo que estoy en un aprieto. ¿De qué hablo en este blog, cuaderno de apuntes que me retrata como viciosa de los libros y adicta a la poesía?
Recupero esto, que de alguna forma celebra ambos: «Los verdaderos poemas son incendios. La poesía se propaga por todas partes, iluminando sus consumaciones con estremecimientos de placer o de agonía», escribió Vicente Huidobro en el prefacio de su Altazor. Lo suscribo e incluso extrapolo el concepto: los verdaderos libros son, también, llamas y carbón encendido. Lo dice quien más de una vez se ha visto incendiada por unas líneas y ha disfrutado tanto la combustión que no puede menos que volver a buscarla.
Incendios que calientas las almas pero no las destruyen sino afloran los sentimientos.
Feliz día
efe
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En efecto, no es un fuego destructor ni aniquilante sino uno que vivifica, que hace más ancha la vida.
Abrazos
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Que ciertas tus palabras. La poesía, la que consigue atraparte, te llena, te remueva, te desborda, hace temblar hasta la última célula del cuerpo. Siempre buscamos emociones fuertes o, aunque sea, emociones…por eso volvemos una y otra vez a las mismas líneas que nos agitaron una vez. Por eso vuelvo aqui , yo tb, a leerte, haya o no poesía. Besos de jueves otoñal!!
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Abrazo apretado, entrañable Li, con entrelíneas de esa poesía erótica que a ambas nos emociona!
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Como decía Bukowski, escribiendo sobre su lucha por la literatura antes de que el éxito se le echara encima: «Debes quedarte con una pequeña ascua, nunca se la des a nadie. Mientras conserves esa chispa podrás encender de nuevo el fuego más grande». Abrazos.
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Hermosa imagen de Bukowski. El tema es detectar en qué carbón queda esa pequeña ascua capaz de incendiar el bosque y, luego, atesorarla como lo más valioso que han tocado las manos.
Abrazos
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Pues a mí tus palabra me hiciceron recordar a aquella otra idea de (cuando no) Borges: la idea de que todos los poemas no serían más que fragmentos de un poema mayor y total. Todos los poetas, por lo tanto, serían un solo autor, de alguna manera. Creo que tal vez ésta idea también valga para esta fecha.
Abrazo y, sea como fuere, sigamos festejando la existencia de los libros y de la poesía.
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Celebro los libros y la poesía, sobre todo de la mano del imprescindible Borgeano que vuelve por sus fueros y nos alivia de la orfandad. Gracias por la referencia a Borges: claro que esa idea vale también aquí.
Abrazos.
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Comparto un fragmento del poema «Devoción Cherokee» de Mario Santiago Papasquiaro:
«Poesía atroz, te amo de siempre, patees, silbes, muerdas o vueles. Bendita mía, pétalo santo, bendita mía, coño encharcado».
*Este gran poeta mexicano, cuyo nombre verdadero era José Alfredo Zendejas Pineda, perteneció al movimiento de los infrarrealistas junto con Roberto Bolaño. Se cambió el nombre a Mario porque decía que José Alfredo sólo había uno (refiriéndose a José Alfredo Jiménez). Santiago Papasquiaro es el nombre de un pueblo, en Durango, en el que nació José Revueltas. Según han contado sus amigos cercanos, Mario Santiago tenía una personalidad avasallante; aventurero, apasionado de los libros y de su ciudad natal a la que tanto amaba: El Distrito Federal.
¡No dejen de leer a este gran poeta!
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Fantástico fragmento y sí, conozco la historia de Papasquiaro, ese loco espléndido. Gracias por compartirlo y recordarlo en este espacio.
Abrazo
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