“La terracota de Clodión/
que celebra/
el abrazo de/
una ninfa y un sátiro//
tiene la virtud de desnudarme.//”
-Alejandro Aura, “Clodión”, Júbilo (FCE)
Ay, el sátiro. Sexual sin miramientos, mitad hombre mitad carnero, de orejas siempre erectas y falo ídem, bailador, desvergonzado, vive persiguiendo a las ninfas. Éstas le huyen, él las rapta. Un día, la que ayer lo rechazó por fin se ofrece, lo besa seductora, se cuelga de su cuello. Él la acerca y con la pata abraza la pierna regordeta. Invitado a la escena, el poeta se desnuda en estricta solidaridad con él. Cómo no.
Un tono muy satírico. Me gusta.
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Es que la escultura se antoja…
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Deliciosa escultura, por cierto, aunque al sátiro lo veo como pensando en otra cosa. Por suerte la dama en cuestión ha tomado las riendas de la situación y parece que va a poner las cosas en su lugar. Bien por ella.
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Acabo de leer mi comentario y aclaro que fue involuntario. No fue un juego de palabras ni hubo una segunda intención. En fin, que más bien parece un lugar común lo que dije. Pero es que la posición de la mujer en la escultura es mucho más sugerente que la del macho cabrío… y mejor ya me voy antes de decir alguna otra sandez.
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Sí, ella parece ser la deseante, la sugerente, la figura activa. No te preocupes por el juego de palabras (aunque estoy de acuerdo con la observación)…
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