«¿Podemos estar realmente seguros de que las palabras que dos personas han cruzado durante su primer encuentro se hayan desvanecido en la nada como si nunca las hubiera pronunciado nadie? ¿Y ese susurro de voces, esas conversaciones telefónicas desde hace alrededor de cien años? […] Bosmans había leído en alguna parte que un primer encuentro entre dos personas es como una herida leve que ambos notan y que los despierta de su soledad y su embotamiento», dice El horizonte (Anagrama), primera novela que leo del flamante Nobel de Literatura, el francés Patrick Modiano. Voy a la mitad y me está gustando. Su prosa es sutil, sin aspavientos pero fuertemente emocional. Aunque parece que en la novela pasa poco, los protagonistas viven un abanico de emociones marcado por la sombra de una amenaza que uno de ellos trata de reconstruir, 40 años después.
Me parece hermoso el concepto que cito: cuando dos se conocen, sin darse cuenta se hacen un rasguño que a veces cierra de forma imperceptible y otras, deja una cicatriz por el resto de la vida. Sí, tal cual. Me va gustando, Modiano.


¿Alguna vez has sentido la herida de conocer a alguien?
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No una, sino muchas veces…
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Hola! me gusta mucho tu blog, eres muy buena, y te he nominado al «Premio dardos» felicidades siguelo aqui http://contrastesdealemontoya.wordpress.com/2014/10/13/un-premios-dardos-nice/
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Muchísimas gracias, paso por allá!
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No conocía este libro, es más ni a su autor, ahora «Nobelado». Pero me ha recordado a mi huella recientemente publicada en mi blog. Claro, salvando las distancias, él un Nobel y yo un mero aficionado.
Besos.
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Paso por allá a leer tu entrada, pero por principio te digo que al momento de leer busco que un texto me emocione y me da igual si es un Nobel o un aficionado, así que…
Abrazo
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Escucho «Stuck on you» y «My Love»de Lionel Richie mientras leo tus palabras y siento el susurro de la palabra hablada, la delicada fuerza del amor, de mis vivencias y recuerdos cálidos aún. Será la sangre caliente que brota de la herida leve aún no suturada y me mantiene bien vivo, abrigado contra el frío cruel de la desilusión.
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Esa herida no suturada, como dices, a veces es la que nos mantiene vivos.
Un abrazo, Rafael
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Reblogueó esto en Cultureando en Barinas.
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Tendré que leerlo.
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Si lo haces, cuéntame qué te parece.
Abrazo
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En cuanto lo haya leído.
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Es interesante, y a veces ocurre que somos descuidados con esta situación; no lo pensamos, y en esa persona, aunque haya sido breve y escaso lo compartido, podemos haber dejado huellas significativas, Y hoy, deambulan sedientas y preguntándose:“¿Dónde habrá ido?, le habrá pasado algo grave? ¿Se esconderá? Será que es un picaflor, que a cada flor roba una pizca de su néctar, y satisfecho se retira, para no volver a visitar siquiera el jardín?“ Cualquier semejanza con las redes sociales es totalmente casual. ¿Las redes sociales son distintas a la vida real, o forman parte de ella?
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Te cuento algo que me pasó ayer y que se relaciona con estos temas: conocí a una psicóloga muy connotada, especialista en temas de Psicología Positiva, es decir, la rama de la psicología que se enfoca en estudiar científicamente el bienestar. Le pregunté, según sus investigaciones, qué elementos son fundamentales para la felicidad humana y me respondió que el primero y más importante son las relaciones, no sólo con otras personas (amigos, familia, pareja, hijos, colegas) sino incluso con mascotas. Es una mujer que lleva muchos años investigando el tema y lo tiene clarísimo. Luego le pregunté: si son tan cruciales, ¿es posible que una persona ermitaña alcance niveles reales de bienestar? Me respondió que difícilmente, porque estamos programados para necesitar a otros. A final de cuentas somos animales y sabemos que en comunidad tanto estamos más seguros y podemos alimentarnos, como también podemos reproducirnos. Es decir, los demás no son accesorios para nosotros, sino forman parte intrínseca de nuestro estar bien. En fin, es mucho rollo pero quería compartírtelo porque me llamó mucho la atención y tiene que ver con esas «heridas» que nos hacen otros, que nos recuerdan que estamos vivos. Ahora me gusta incluso más la cita de Modiano.
Saludos y gracias por pasar
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hummm y a mí, con lo poquito que cuentas. sí. habrá que conseguir algo.
abrazos
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Un abrazo para ti, Nélida…
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