La adolescenta está enferma, con Influenza tipo B (regalo del campamento escolar en la sierra de Puebla). Fiebre, dolor de cabeza y, sobre todo, ganas de apapacho materno son los síntomas palpables. Por Fortuna detectada a tiempo y tratada ídem, la doctora dice que no tengo de qué preocuparme. Arranca nuestro tercer día encerradas en casa. Es increíble pero hace meses (o, más bien, años) no faltaba a la oficina por un tema de salud. No está mal que el cuerpo de pronto marque sus tiempos y obligue a bajar el ritmo, aunque estaría mucho mejor aminorar el ritmo sin virus de por medio. Es de esas cosas que debería aprender de una vez por todas.
El lunes no pinta del todo mal haciéndole piojito a la adolescenta, supervisando correos y leyendo La parte inventada de Fresán: «El infinito como una hoja en blanco que no produce pánico sino que desafía a que la abarques y la llenes de letras y de nombres, como si bautizaras planetas y galaxias y estrellas que se hacen las muertas».


Nuestros deseos de una pronta recuperación.
Saludos.
Lady Lorena y efe
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Somos muchos los que deseamos lo mismo, así que ya empieza a hacer efecto. Muchas gracias.
Saludos
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Y puesto que no hay elección, al menos las dos disfrutan el apapachamiento. (Pst. Los «piojitos» deben hacerse mutuamente)
Besos que desean pronta mejoría.
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Los piojitos mutuos son altamente deseables, aunque en este caso la adolescenta se sentía tan mal que no podía ni con su alma. Ayer que comenzó a estar mejor sí que me consintió. =)
Besos
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¡Hola, Danioska!
Antes que nada que se mejore la Adolescenta. Cómo me urge «enfermarme» (y nada más no puedo).
¡Saludos!
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Ya sé, me pasa igual. Como digo, hace literalmente años no falto a trabajar con una enfermedad mía, pero a juzgar por lo mal que la pobre se ha sentido, creo que mejor aprendo a bajar al ritmo sin necesidad de enfermarme.
Abrazo
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¡Exacto! Bajémosle un poco al ritmo, al menos este fin de año que se acerca precipitado.
¡Un abrazo de vuelta!
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Venga, me apunto (¡nomás que regrese de la FIL!!).
=)
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Os deseo mejoría pronta y decirte que me apunto el término «apapacho» que me ha encantado!! 🙂
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Lo usamos mucho por estos lares y sí, es encantador, con ese gen de la repetición!
Abrazos, queridísima Li
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Si un buen ponche
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Un buen ponche, un buen libro y muchos apapachos… lo mejor para contrarrestar a esa molesta invitada de la influenza, espero que muy pronto se recupere tu adolescenta. Abrazos y paciencia.
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El ponche no estaba en la lista de medicamaternos, lo incluyo ya.
Gracias, abrazos
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Te pasas e babosa
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Bueno mujer, qué es la vida sin estas cosas, una madre es una medicina por sí sola, de pequeño te soplaba en una pupa y ya se te pasaba, son mágicas 🙂
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Las medicinas hicieron su efecto y en algo habrá ayudado el cariño materno: lo cierto es que la adolescenta ya está dada de alta, sonriente de nuevo y persiguiendo una pelota de futbol a la menor provocación.
Un abrazo a ese pedazo de padre que entiende bien de lo que se trata este trabajo
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Querida Julia, espero que tu niña ya esté recuperadísima, y vos sigas abrazando la vida en este tiempo suplementario.
Me encanta Fresán por lo que contás. Aún no leo nada de él.
abrazotes
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Ya lo está, Nélida mía, por Fortuna.
Te recomiendo muchísimo a Fresán aunque por lo que sé o lo odias o lo amas. Con él no hay medias tintas. Yo, evidentemente, soy del segundo grupo. Ya me contarás.
Abrazos muchos
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