Que me perdonen las feministas

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«No quiero ser el líder. Me niego a ser el líder. Quiero un hombre que se eche encima de mí, siempre encima de mí. Que su voluntad, su placer, su deseo, su vida, su trabajo, su sexualidad sean mi piedra de toque, el mandato, mi punto de apoyo. No me importa trabajar y conservar intelectual y artísticamente mi propia vida, pero como mujer, oh Dios, como mujer quiero ser dominada […]». Es Anaïs Nin, la escritora, la loca amante de Henry y June, la incestuosa, la escandalizante, hablando para sí misma en sus Diarios amorosos, recientemente publicados por Editorial Siruela.
Con todo lo políticamente incorrecto que hoy suena su exabrupto, frecuentemente lo suscribo al pie de la letra. Mujer fuerte y autónoma de día, acostumbrada a resolver mi vida sin pedir permiso, muchas noches celebro el lujo elegido de ser poseída. Con perdón de las feministas recalcitrantes.

Publicado por Julia Santibáñez

Me da por leer y escribir. Con alta frecuencia.

14 comentarios sobre “Que me perdonen las feministas

  1. porqué? tienes que pedir perdón… a las FEMINISTAS…POR UN SENTIMIENTO EXPRESADO CON SENSIBILIDAD Y SINCERIDAD… Por una mujer!!! en el mundo del
    sexo…todo se vale….claro…menos matar!!!! VERDAD????

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    1. Verás, conozco un par de feministas a ultranza, según las cuales la mujer debe en todo momento ser combativa, jamás bajar la guardia ni caer en actitudes complacientes que de alguna forma se puedan vincular con una posición de no-igualdad ante el hombre, o de subordinación ante él. Para ellas, seguramente esta afirmación de Anaïs que hago mía es totalmente reprobable. En ellas pensé cuando escribí la entrada…
      Saludos y gracias por comentar

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  2. He leído todos sus diarios y siempre me ha parecido una mujer absolutamente libre de mandatos, aunque con sus reversos. En esta lucha por ser quienes queremos ser, o ser lo que somos, o «estar siendo» dijera Rodolfo Kuch, nos hemos olvidado de escucharnos, de ser sinceras, de ser féminas, de ser capaces de dar y recibir; porque si damos o recibimos solamente algo (me parece) no está funcionando bien.
    Celebro este libro y ya lo apunto a las compras de la feria para la bilbio, ojalá lo consigamos!!
    Qué hermosa noticias que has traído!!

    Le gusta a 1 persona

    1. En esto que mencionas se resume buena parte de la historia de la mujer de los últimos siglos: vamos dando bandazos de un extremo al otro, del sólo dar al sólo recibir. En algún punto, espero, lograremos un justo medio.
      Abrazos

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