Una mujer en sus treintas quiere que alguien le enseñe a coger (bueno, como es española dice «follar»), que la encamine en la teoría y la práctica de un buen brinco. Hace tanto que no se da un revolcón que ya se le olvidó cómo se hace, así que pone un anuncio en el periódico: «ChicaSigue leyendo «La primera clase de sexo»