Te maldigo como mujer que odia y no piensa en otra cosa. Imagino que te beso hasta dejarte herido y pequeño para que no huyas para que busques refugio en mis pechos infame y pueda negártelo. Pero luego soy dócil en tu cama escondo bien mi rabia y me abro a ti benigna casi agradecida deSigue leyendo «Te maldigo con ganas»