
Quien va por la vida definiendo beso como «Palabra articulada simultáneamente entre dos hablantes» debe alarmarnos. El que reformula autoestima como «Montaña rusa de un solo pasajero» y libro como «Soledad plural» revela su amenaza en esos gestos mínimos, el riesgo que supone para quien lo frecuente.
Ahí se muestra como un ser concebido en noches de juego y de orgía de palabras. Indica haber crecido con amigos irreverentes, agudos e intuitivos, antisociales que buscan la amistad de los lenguajes que viven en el habla cotidiana. Ama las metáforas y habla en versos, pero sobre todo lleva un bárbaro escondido bajo la piel. Ese individuo inquietante se llama Andrés Neuman y es escritor. Nacido en Argentina y radicado en España hace décadas, presentó hace no mucho ni poco su libro Barbarismos.
Se trata de un diccionario personal, subjetivo, divertido a ratos, en el que las palabras se sueltan el pelo y salen de juerga. El problema es que, sin tenerlo todavía en mis manos y enterándome de él por fragmentos (que Neuman publicó en su blog Microrréplicas y la editorial Páginas de Espuma, en su sitio), ya me enciende las alarmas. Me asusta que, al leerlo, la gente crea que el lenguaje puede ser divertido, que resulta liberador repensar las voces diarias y sacarlas a bailar, que hasta puede enamorarse de nuevo de alguna, como es inminente en estos casos:
abecedario. Pensamiento muy poco a poco.
biblioteca. Muchedumbre que espera su turno de palabra.
escritor. Individuo que fracasa en el intento de ser exclusivamente lector.
goleador. Individuo que celebra lo que merecieron otros.
leer. 1. Acción de viajar hasta donde uno se encuentra. || 2. Acción y efecto de vivir dos veces.
noviazgo. Período durante el cual dos enamorados hacen todo lo posible por no conocerse.
querer. Extraño afecto hacia alguien que no es uno mismo.
zoofilia. Doctrina que predica el amor entre semejantes.
Su propuesta (la del libro) lleva el germen maldito de la poesía cotidiana. Su sonrisa (la del autor) es capaz de contagiar a otros el vicio por la paradoja. Su mala compañía (la de ambos) puede arrastrar ingenuos a los sótanos del microrrelato. Sin duda se trata de un libro amenazante.
(Originalmente publicado en mi blog Deli(b)rios, en el sitio web de la revista SoHo)
Hola, hola.
Bienvenidas sean las amenazas.
¡Saludos!
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Por supuesto, cuando son de este este calibre se celebran muchísimo.
Buen domingo…
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Me encanta Neuman, siempre tan ácido.
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Ácido, inteligente, genial: es fantástico.
Saludos
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Genialllll!!!!!
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El adjetivo le queda como anillo al dedo, tanto al libro como al autor.
Abrazo fuerte
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es algo para tener en mi biblioteca
gracias por compartir querida, sin quererlo me convertí en lector de una pequeña parte de la revista SoHo
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Qué bien, me alegro, querido! Y sí, todos deberíamos tener Barbarismos en el anaquel.
Abrazo
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¿Diccionario? Apunto, sin falta. Y más luego de leer las transcripciones que nos regalas.
Gracias por desayunarnos con estas buenas nuevas.
Abrazo.
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En México aún no está a la venta, habrá que esperar un poco, pero el aperitivo ya me abrió descomunalmente el apetito.
Abrazote
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Hoy pregunté por él y me dijeron que aquí llegaron muy pocos volúmenes. El problema es que la editorial no es de las mayores y la importación es limitada; pero me dijeron que vuelva a preguntar ya que es posible que vuelva a entrar en algún momento.
Abrazo.
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Creo que vas a tener mejor suerte que yo, pero quien lo consiga primero tiene la «obligación» de compartir joyitas con el otro, querido!
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Reblogueó esto en Luxnivolay comentado:
Porque lo que nos da la creación poética es incluso más susceptible de ser re-creado que cualquier composición literaria, destinada si acaso a ser ventana abierta, bocanada de temperamento tormentoso.
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Qué bien lo dices: en la mayor parte de los casos, la creación deja salir una bocanada de temperamento tormentoso.
Gracias por difundir!
Un abrazo
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