Ese cuadro hindú/ la novela de Cohen/ el sillón más rojo/ la cara interna de mis muslos/ y lo frío de estos pies/ te llevan tatuado./ También cada mañana/ el mejor de los diciembres/ la voz de Sinatra/ mis mejillas y ganas/ aquel postre en Nueva York/ y los últimos cinco años./ Extrañan tantoSigue leyendo «Ese cuadro hindú»
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El vaho muda en amnesia
Sin dejar huella, el vaho muda en amnesia/ la nube se disipa, inexorable/ huye de sí mismo aquel incienso/ es aliento la tarde sublimada./ Como ellos, el deseo no se conforma:/ delgado, sutil, evanescente,/ queriendo ser más se desdibuja.// -Julia Santibáñez
El IQ de la lengua
Mi querido amigo Salvador se topó con esta cita de Saramago y ahora me la envía: «Probablemente es la lengua la que va escogiendo los escritores que precisa, se sirve de ellos para que expresen una pequeña parte de lo que es. Cuando la lengua lo haya dicho todo, y callado, a ver cómo vamosSigue leyendo «El IQ de la lengua»
Escapar por una letra
Cuando al acusado le dictaron «formal prisión» escribió «formar prisión» y se escapó.
Reencontrar a un amigo
Tarde de domingo, la más nostálgica de la semana. Me recuerda un año difícil de infancia escolar: tras el fin de semana arropada, el domingo anunciaba el peor de los tormentos. Desde entonces busco algo de azúcar para tragar estas horas. Hoy me reencuentro con un viejo amigo, Quim Monzó, que integra mi paisaje personal hace años.Sigue leyendo «Reencontrar a un amigo»
Corrida puertas adentro
En el encierro brama el toro de Miura./ Se le eriza el lomo ante tu olor,/ anticipo de sangre que espumea./ Retumban los cascos irritados,/ la cornamenta hiere el aire/ y busca el traje de tus ansias.// Hembra elegida, te plantas en el ruedo:/ comienza la faena./ Bufando, te evalúa y te provoca,/ persigueSigue leyendo «Corrida puertas adentro»
Príncipe azul
La chica se atragantó de novelitas de Corín Tellado, tuvo indigestión mental y eructó un príncipe azul.
La extraña, de Sándor Márai
Recién terminé de leer La extraña, novela de Sándor Márai (Narrativa Salamandra). Para variar, una verdadera maravilla. Desde que me topé con La mujer justa me volví seguidora irredenta del autor húngaro y con esta historia de Viktor Askenasi reconfirmo mi devoción. La anécdota es sorprendente, me descolocó y sin embargo me conectó con laSigue leyendo «La extraña, de Sándor Márai»
Tu ausencia, silencio esférico
Tu ausencia/ es un silencio esférico/ pulido/ hondo/ y tan negro/ (cómo pesa)./ No le encuentro/ ni una sola hendidura.// -Julia Santibáñez
Imanes en el cuerpo
Aquella mujer quería imantar las miradas. Luego de un año consiguió traer ojos de colores pegados al trasero.
La mejor de sus actuaciones
El anciano actor convenció a todos: ante el público representó su muerte con crudo realismo. Fue su primera última buena actuación.
Lectora de mí misma
Ociosa que soy, hice un recuento de lo leído en 2011 y concluí que, como dijo Proust, al enfrentarme a muchos de esos textos fui «lectora de mí misma», vi cosas «que sin esos libros no hubiera podido ver» en mí. Y eso la buena gente lo agradece. Como quiero ser una de ellas ahíSigue leyendo «Lectora de mí misma»
Lo que pensaba el amante…
Acercarme como la vez primera/ con el azoro del conquistador bruto/ como desconociendo./ Al romper el alba/ invadir los montes de tu pecho/ luego andar la cintura a paso quedo/ codiciar el botín de tu vientre/ y, tras mil despojos e incursiones,/ hallar el paraje virgen de tus muslos./ Hincarme a besarlo/ y en unSigue leyendo «Lo que pensaba el amante…»
Persigo el filo de tu boca
atropellando tiempos/ persigo el filo de tu boca/ punzante/ desgarra el pecho/ reparte tajos en el vientre/ puñaladas en la entraña/ se abre paso hacia mi espalda/ jirones de piel// tu boca/ de mi sangre/ tiñe la noche// -Julia Santibáñez
Prestar la atención
El conferencista pidió a los asistentes que le prestaran su atención. Luego dobló todas las atenciones en un pañuelo y se fue con ellas muy lejos.
Sumisión
Él pensaba que sumisión era su misión.
Flor de piel
flor de piel adentro/ murmurante/ cerrada de pliegues/ como absorta/ la roza el aliento y despierta/ comienza a aletear/ flor viva/ cáliz de piel rosa/ de pétalos que buscan/ se restriegan/ flor que suda miel/ profunda y tibia/ flor de piel vencida/ piel de flor abierta// -Julia Santibáñez
Verdades de burdel
En el burdel se comentaba que esa puta no era tan bruta: supo llevar la batuta y resultó la más astuta.
Comer a besos
Por años tuvo ganas de comérselo a besos, pero cuando por fin se lo hubo comido ya no pudo besarlo más.
Mi no-Feria Internacional del Libro
Pues no, no pude ir a la FIL, muchas circunstancias lo impidieron. Me hubiera encantado conocer a Almudena Grandes (con quien he pasado muchas horas), encontrar un título que buscaba sin saberlo, meterme a una presentación y descubrir a un autor que quiero hacer mi amigo, darle el golpe a la literatura alemana, pasear entre libros,Sigue leyendo «Mi no-Feria Internacional del Libro»
Eva y la evanescencia
En esencia: la esencia de Eva era la evanescencia.
Después de otra batalla
Dañada de guerra/ piel en jirones/ las manos cansadas de apretar/ busco que me algodonen las heridas/ las balsamen, medicinen./ Enflaquecida/ en un catre suplico/ que alguien gase mis pechos arañados/ dulzure las escaras de mis piernas/ unte de aceite mi sexo adolorido/ exhausto de lances y derrotas./ Responde sólo el eco.// -Julia Santibáñez
Historia de unos lentes
Cuando se quitó los lentes empezó a ver borroso, pero a las gafas se les aclaró la mirada.
Celebrar los libros
El sábado pasado se festejó el Día Nacional del Libro y por alguna razón no escribí nada al respecto. Hoy celebro mis volúmenes, mi pequeña biblioteca. Títulos de poesía, de narrativa, de historia y ensayo, incluso más de 20 diccionarios pueblan mi casa y en algunos casos ocupan libreros de dos hileras en fondo. Son,Sigue leyendo «Celebrar los libros»
El laberinto de mi oreja
El monstruo se desata/ en el laberinto de mi oreja:/ corre calle abajo/ (embriagado)/ y avasalla./ En loca carrera/ trastorna,/ fascina con el portento/ de su rabia./ Lo espera una flor incandescente./ Qué prodigio de ojos excesivos.// -Julia Santibáñez