Quien piensa en mí me envía el texto de esta declaración de amor, que a mí me suena la más linda que he oído jamás: Vamos a vivir, amiga mía, que esta noche la ciudad está tan fría. Vamos a vivir, se va la vida, ya no me importa, aunque digan lo que digan. QuieroSigue leyendo «Tengo el vicio de respirar tu aliento»
Archivo del autor: Julia Santibáñez
Escritores suicidas: palabras póstumas (2)
Hace un par de meses subí el post: «Escritores suicidas: palabras póstumas» (para leerlo da click aquí: http://wp.me/p1POGd-yh). Aquí van otros nombres/casos de autores que no sólo se quitaron la vida sino dejaron algo escrito sobre el tema. Es decir, sigo con mi curiosidad morbosa por quienes no sólo se asomaron al abismo por voluntadSigue leyendo «Escritores suicidas: palabras póstumas (2)»
Fotografía o el arte de pensar con el ojo
Creo que lo he contado antes: por placer pero también por disciplina mental, a veces me da por buscar nuevos autores, artistas plásticos, fotógrafos, músicos. Es decir, no regreso a los ya conocidos sino navego caóticamente en Internet hasta encontrar algo que me haga click, que ingrese en automático al cajón de «favoritos». En generalSigue leyendo «Fotografía o el arte de pensar con el ojo»
Tus tuits revelan tu sexo
Nada nuevo: hombres y mujeres usamos la lengua de diferente forma, porque abordamos el mundo de modo distinto. Lo interesante es que esto también se nota en el microespacio de los 140 caracteres de un tuit. Investigadores de la Universidad de Stanford y el Instituto de Tecnología de Georgia analizaron los mensajes de Twitter deSigue leyendo «Tus tuits revelan tu sexo»
Lo que (realmente) revela el tamaño
“El lugar de una persona en la vida lo anuncia el tamaño de su sala”. -Carlos Monsiváis
Venganza ilustrada
Navegando por la red en busca de ilustradores para un proyecto editorial tropiezo con este trabajo de Leticia Barradas. Me cae bien por la maestría con la que maneja el lápiz/la tinta y me cae mejor por esta imagen del absurdo ex presidente mexicano Vicente Fox. Lo presenta ridículo y frágil en un despachito deSigue leyendo «Venganza ilustrada»
El décimo infierno, de Mempo Giardinelli
«Antes de leer esta novela hay que persignarse. Al finalizar, también. Una obra alucinante de Mempo Giardinelli». Así recomendó Carlos Monsiváis este texto del autor argentino (Ediciones B). Y de verdad amerita muchas persignadas. De apenas 108 páginas, es un extraordinario tour-de-force que desciende en círculos concéntricos a las profundidades del alma al límite. La anécdotaSigue leyendo «El décimo infierno, de Mempo Giardinelli»
Y las monas se aparean…
Leyendo la edición colombiana de la revista SoHo encuentro esto, de la genial pluma de Leila Guerriero. Lo comparto para que cada quien saque sus conclusiones: «Suele decirse que el apareamiento cara a cara es lo que nos diferencia como especie: que fuimos los primeros, los únicos, los últimos. Pero los bonobos —chimpancés pigmeos: monos— siempre seSigue leyendo «Y las monas se aparean…»
Juego de Lego/ del ego
Cuando uno es niño cree que la vida es un juego de Lego. Cuando crece se da cuenta que es un juego del ego.
Canción para olvidar que es martes
Después de oír a Rita Lee y Milton Nascimento cantando esta cachondería, pasa a segundo término este ingrato día de la semana (lo juro, me pasó). Meu bem, você me dá água na boca Vestindo fantasias, tirando a roupa Molhada de suor De tanto a gente se beijar De tanto imaginar loucuras A gente fazSigue leyendo «Canción para olvidar que es martes»
La cara alternativa de Río
Como toda playa que celebre la fiesta ininterrumpida, Río de Janeiro tiene una faceta hippie, trasnochada. Aquí algunos de los gestos de ese rostro.
Río desde la cima
Aquí una probadita de la ciudad que contempla cada día el Corcovado: en la imagen de arriba, la playa de Copacabana y, al fondo, la montaña Pan de Azúcar con su característica forma de cono; en la imagen de abajo, el lago Rodrigo de Freitas y, al fondo, la playa de Ipanema.
El Cristo de Corcovado o el Apocalipsis en una mañana
Me dijeron que subir a verlo requiere la abnegación de un santo… y se ve que además de mi hija y yo, hay miles de santos queriendo hacerlo a las 8:30 am de hoy. La fila para tomar el trenecito a la montaña Corcovado es, dicen, de unas tres horas. Un «muy amable» empleado delSigue leyendo «El Cristo de Corcovado o el Apocalipsis en una mañana»
Digresión sobre el carácter del hombre
Por cortesía de Rubem Fonseca, que me acompaña en este viaje brasileño con El collar del perro (y parece que será mi único escritor acompañante porque no me he topado con una sola librería en Río), va esta divertida nota sobre las relaciones humanas: «Cuando Zutano escucha decir que Fulana se está acostando con Mengano,Sigue leyendo «Digresión sobre el carácter del hombre»
Mujer caliente de sol
Seguro, segurísimo, De Moraes pensaba en una mujer de Copacabana cuando escribió esto tan deliciosamente erótico: Un mujer al sol es todo mi deseo,/ viene del mar, desnuda, con los brazos en cruz/ y la flor de los labios abierta para el beso/ y en la piel refulgente el polen de la luz.// Una hermosaSigue leyendo «Mujer caliente de sol»
De noche en Copacabana
El día fue perfecto: incluyó disfrutar playa y mar, admirar lo guapos que son los brasileños, caminar por Ipanema, comprar frutas en el mercado, andar en bicicleta alrededor del hermoso lago Rodrigo da Freitas. Cuánto disfruto la compañía de mi personaja adolescente. Por fin llega la noche. Caminar en la arena, con el marco deSigue leyendo «De noche en Copacabana»
Sabores de la costa brasileña
Uno de mis máximos gustos al viajar es despertar a nuevos sabores, buscar la referencia conocida para tratar de explicarlos: «sabe como a…», sabiendo que la comparación será inexacta. En todo caso, siendo cuasi-vegetariana, no es opción para mí la carne, tan popular por estos lares. Amante de la feijoada y los mariscos, más bienSigue leyendo «Sabores de la costa brasileña»
Fe en cápsulas
Camino por el centro de Río y me llama la atención la fuerte presencia de confesiones religiosas, en especial grupos evangélicos que venden Biblias en todos los formatos: de letra grande, versión moderna, «para mujeres», tamaño pocket, entre otras. Incluso la etiqueta de precio de un pantalón contiene el archicitado «el Señor es mi pastor,Sigue leyendo «Fe en cápsulas»
Mensaje en un sobre de azúcar
No evito el lugar común de tomarme una caipirinha en mi primera hora en Copacabana, igual que mi adolescenta futbolera tampoco evita jugar futbol en la arena y pedirme que le tome fotos frente a la portería. De lugares comunes estamos hechos. La novedad es que en el restaurantito playero donde bebo el licor deSigue leyendo «Mensaje en un sobre de azúcar»
Primera lección en Río
Recién desembarcadas en esta ciudad «abençoada» (bendecida), aventar las maletas en el hotel y bajar a Copacabana fueron una y la misma cosa. Arena suave, mar glorioso, paisaje a punto, hija feliz. Alérgica mental al sol como soy, de inmediato rento una sombrilla para completar mi dicha. Un sonriente muchacho la entierra en la arenaSigue leyendo «Primera lección en Río»
La tierra del cero-estrés
(da click en el enlace para oír la canción) En pocas horas abordo un avión hacia Río de Janeiro. Me emociona cantidad: pasaré unos días oyendo el hermoso portugués, visitando la tierra de mi querido amigo Giancarlo, de Vinícius de Moraes, de Rubem Fonseca, Drummond de Andrade, el enorme Caetano Veloso, María Bethania, Bruno e Marrone. BuscandoSigue leyendo «La tierra del cero-estrés»
Lo que preguntaría a un ángel que se estrelló con la pared
Es sabida mi afición por los seres alados, tanto los ortodoxos como los «caídos», es decir, los anarquistas de Dios. Qué ganas de toparme con uno (que sea un ángel adulto, por favor), oírle hablar (¿con qué acento?), acariciar su portentoso par de alas (¿sublimación erótica?) y luego verlo levantar el vuelo (¿me llevaría enSigue leyendo «Lo que preguntaría a un ángel que se estrelló con la pared»
Así mismito atardece
«…Está la tarde Blanda y tranquila como espeso musgo, Tiembla mi boca y mis dedos finos, Se deshacen mis trenzas poco a poco. Siento un vago rumor… Toda la tierra Está cantando dulcemente». -Alfonsina Storni
Hablando de aromas y de piel
El olor más acabado/ tono de fuego/ que abre cicatrices/ manosea la sangre/ angustia los huesos/ vive acendrado/ en tu entrepierna.// -Julia Santibáñez
Mi propia (y más linda) versión de la verdad
-¿Quiere que le diga la verdad? -Dígame usted la mentira que considere más digna de ser verdad. Este muy breve diálogo aparece en una versión de Paul Valéry a Fausto, según dice Fernando Savater en Ética de urgencia (Ariel). En esta reelaboración del clásico, él es un hombre moderno, que trabaja en una oficina y tiene una secretariaSigue leyendo «Mi propia (y más linda) versión de la verdad»