Miedo como de agua fría en la médula. Se rompió la nariz y entrará al quirófano en horas. Mi hija practica futbol desde hace más de una década. Es mediocampista, goleadora de las que “dejan la piel en cada partido”, dice Alfredo. Lo es. Bueno, pues su carácter combativo hoy la dejó fuera de juego.Sigue leyendo «EL EJERCICIO DE CUIDAR A ALGUIEN»
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AQUÍ SIGO, UNA DÉCADA DESPUÉS
Ésta fue una mis primeras actividades como autora que asumió el riesgo: en 2016 presenté mi libro de poesía Ser azar, en Morelia, con los colegas José Agustín Solórzano (izq.) y Roberto Jáuregui (der.). Tengo pánico. Estoy feliz. Tras meses de intentarlo logré que me liquidaran del puesto directivo que tuve más de cuatro añosSigue leyendo «AQUÍ SIGO, UNA DÉCADA DESPUÉS»
VINCULARNOS DE FORMA MENOS CRUEL
Ante la depredación y el exterminio bestial que dominan las noticias mexicanas vuelvo a este pasaje: «En el corazón de mi voz emergente estaba la creencia de que la naturaleza contenía el secreto de la armonía y de la unidad, no sólo afuera de nosotros sino dentro, sin separaciones». La cita es de Terry TempestSigue leyendo «VINCULARNOS DE FORMA MENOS CRUEL»
POR QUÉ ROSARIO CASTELLANOS ES MI COMPA
Algunas lecturas me acompañan por meses aunque luego las descarto, como rosas decaídas. Otras las mantengo conmigo durante años. Y están las siemprevivas, entre ellas, Rosario Castellanos. Nació en 1925 pero su escritura huele fresca. A pasto recién cortado. Habla con palabras cotidianas y las arregla distintamente. Cuando la leí, muy joven, descubrí cosas queSigue leyendo «POR QUÉ ROSARIO CASTELLANOS ES MI COMPA»
UN NAUFRAGIO VIVIDO EN CARNE PROPIA
Entramos al oleaje, irresponsables. La barcaza de durmientes marchitos recibió el equipaje: los poemas, el viejo mapa, la garrafa de agua. Pronto la playa se perdió a lo lejos. Yo me vestía sólo con tus ojos. Mi pelo te halagaba el futuro. Nada más debía ser necesario para encarar tormentas y dragones, nos dijimos:Sigue leyendo «UN NAUFRAGIO VIVIDO EN CARNE PROPIA»
PALABRAS COMO HONGOS EN ÉPOCA DE LLUVIAS
Mis libros arman una fiesta y no invitan. Deciden dónde asomar en los anaqueles, gestionan su espacio a voluntad. Aunque regularmente los ordeno, al par de semanas están de nuevo en caos: la mía es de veras una biblioterca. Hace días puse eso en Twitter; a muchas y muchos les gustó el neologismo “biblioterca”. Sigue leyendo «PALABRAS COMO HONGOS EN ÉPOCA DE LLUVIAS»
RITUALES DE UNA JUNKIE DE LIBROS
Lo que más disfruto desde niña es rodearme de palabras de otros, diseccionarlas; también escribo algunas mías, rumio la precisa para un volumen futuro. O sea, vivo entre las revelaciones y las revoluciones que regalan los libros, cómo alumbran «la asombrada complejidad que somos» (María Negroni). Leer define tanto mi vocación precoz como la definitiva,Sigue leyendo «RITUALES DE UNA JUNKIE DE LIBROS»
MUERO POR ENTENDER ÁRABE
Topo con un árabe albino. Un bereber equívoco. En vez de arena, su piel imita el cromatismo de una cumbre nevada, muy lejos de los 32 grados que obligan a andar lento en Marrakech. Pero el albino es lo menos asombroso del Souk (mercado tradicional), en esta ciudad del siglo XII. Lo que hoy esSigue leyendo «MUERO POR ENTENDER ÁRABE»
UNA FELICIDAD CASI FÍSICA
El viento me desplaza, generoso; balancea la canastilla en brazos invisibles. Subo murmuradamente, apenas, sin sobresaltos. Voy sobre un tapete que no roza los pies, mi alfombra de Aladino. El sol es una lámpara roja, a la izquierda. Me doy cuenta de que jamás había visto, de arriba y cerca, un árbol cuajado deSigue leyendo «UNA FELICIDAD CASI FÍSICA»
«TE DIGO VUELVE Y NO HACES LO QUE TE PIDO»
Mi papá cumple cuarenta años de estar muerto, de haberse fracturado en un segundo específico y continuar muriéndose a cada rato, porque se ausenta un poco más cuando me urgen, y no tengo, sus manos bruscas y de luna en lleno. Se me muere dos veces al día si el miedo es una costra sobreSigue leyendo ««TE DIGO VUELVE Y NO HACES LO QUE TE PIDO»»
LA EXTRAÑEZA ANTE LO INDECIBLE
Daniel se suicidó. Su madre era Piedad. Mejor: sigue siendo su madre, la sobreviviente, la que no quiso ocultar la enfermedad mental del hijo ni eufemizar el salto al vacío y la rotura de tanto más que un cuerpo, la misma cuyo susurro pregunta: “¿En qué pupila / quedaste tú grabado para siempre // aúnSigue leyendo «LA EXTRAÑEZA ANTE LO INDECIBLE»
MI «TÚNEL DE SILENCIO», PARA BIEN O MAL
Hace unos ocho años discutí con una persona muy corta. No de estatura, de argumentos. Insistía en que los escritores somos egoístas porque no negociamos el tiempo de creación. Dije que en lo personal soy inflexible por un motivo rudimentario: en ese espacio radica buena parte de lo que da sentido a cada aliento mío.Sigue leyendo «MI «TÚNEL DE SILENCIO», PARA BIEN O MAL»
POESIA ANTE LA EMERGENCIA
Quien se está ahogando sólo piensa en otro bocado de aire. Y el siguiente. Y uno más. Mirta Luz se veía siendo mamá de Nadia por muchos años, toda la vida, pero en 2015 torturaron y asesinaron a su hija, de 32. Machacada, con sobresaltos de horror, Mirta Luz buscó respuesta a la quemante desesperaciónSigue leyendo «POESIA ANTE LA EMERGENCIA»
DECLARACIÓN DE AMOR POR LO MÁS FRÁGIL
Colecciono palabras como quien se aferra a lo incierto y quebradizo, la urgente decisión de protegerme contra lo invisible. Como mi Santuario de Lourdes en el bolsillo. Tengo notas garabateadas a mano por gente que me es una fiesta.La caligrafía con la voz de mi papá, que olvidé hace décadas, pero llevo grabada a fuego.Sigue leyendo «DECLARACIÓN DE AMOR POR LO MÁS FRÁGIL»
POR QUÉ TANTO ABUSO SEXUAL CONTRA MENORES
«Resentida de mierda». «¿Pensás que sos la única víctima? Esto pasó delante de mis ojos y no me di cuenta. ¿Sabés la culpa que cargo?». Es un libro implacable. Andar cada página es sentir el hormigueo de la profundidad, el vértigo de pisar en falso. Allá abajo se oye un río oscuro. Antes de queSigue leyendo «POR QUÉ TANTO ABUSO SEXUAL CONTRA MENORES»
EL ARTE DE HACER DE CUENTA
Volteo a mi librero cuando no puedo explicarme un gusto mayúsculo o un dolor como aguijón hincado en la axila. Con frecuencia las palabras de otros me explican, de trancazo, mejor de lo que yo puedo hacerlo. Estando en la Sierra Morena, don Quijote le manda a Dulcinea una carta azotada, por conducto de Sancho.Sigue leyendo «EL ARTE DE HACER DE CUENTA»
MI CONSTANCIA YONQUI
«Cumplo seis años de practicar yoga. Y lo odio. Qué es eso de doblarme en todas direcciones, guardar equilibrio mientras respiro con naturalidad fingida. Noventa por ciento de las posturas son muy incómodas. Me hacen sudar igual que caracol angustiado, me siento tan torpe como el propio caracol». Escribí esta catarsis a principios de 2017. En este enero las cosas no han cambiado: aunqueSigue leyendo «MI CONSTANCIA YONQUI»
SIENTES NOSTALGIAS DE ESTAR UN POCO CONTIGO
Cenas un sándwich mientras la araña esbelta sube el muro de la cocina. La observas y agradeces su mutismo mustio. Te deja regresar al cuerpo, a tus sonidos: la respiración, los dientes que trituran, el borborigmo, los latidos. Tu voz, si te apetece. No te apetece. La lluvia en los charcos del patio. El restoSigue leyendo «SIENTES NOSTALGIAS DE ESTAR UN POCO CONTIGO»
DE CUANDO ESTÁS EN LA OTRA ORILLA
«Levántale el plato a tu hermano». Nunca dijiste lo contrario. No. No ordenaste que él levantara el mío. Aquella loza con restos de pollo y espinaca era como una casa, igual de inabarcable y de grosera. Una mansión maciza contra mí. No sé cuántas veces te oí decirlo, cómo aprendiste a verSigue leyendo «DE CUANDO ESTÁS EN LA OTRA ORILLA»
OIGO TANGOS PARA ENTENDER QUÉ SIENTO
Me sustraigo del caos para refugiarme impunemente en una canción. Pasa con frecuencia que busco la frontal. La adolorada. Entre mis tangos favoritos cuento «La última curda», cuyo inicio plantea la desolación que de pronto me urge subrayar, casi con la petulancia de un perro que se regodea en el lodazal: «Lastima, bandoneón, mi corazónSigue leyendo «OIGO TANGOS PARA ENTENDER QUÉ SIENTO»
LAS FLORES GRITAN
A la memoria de Dalia Perkulis Es monstruosa la maldad. No conoce límites ni pudor, se rebasa a sí misma, el horror absoluto. Es audaz de la forma más descolocante: busca nuevas maneras de arrancar con los dientes un pedazo de otro ser humano, masticar un poco para luego escupirlo. Degradarlo. Brenda tenía cuatroSigue leyendo «LAS FLORES GRITAN»
NOSOTROS, LOS NO-HÉROES
«Felices los normales, esos seres extraños. / Los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente, / una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida, / los que no han sido calcinados por un amor devorante», escribió el cubano Roberto Fernández Retamar a mediados del siglo XX. «[Felices] los que vivieronSigue leyendo «NOSOTROS, LOS NO-HÉROES»
ONCE FOTOS QUE AMUEBLAN MI CABEZA
Hace poco nos mudamos aquí, tengo cuatro años. Es de madrugada, papá sorprendió a un ladrón que se había metido a robar y éste huyó entre gritos. A mi hermanita y a mí nos están dando bolillo. El miedo es un pantano. Ando por los siete. Soy dos rodillas hechas a esto: jugar carreteritas conSigue leyendo «ONCE FOTOS QUE AMUEBLAN MI CABEZA»
SOY UN ELECTRÓN ACELERADO
“Si no vas tarde es porque no estás relajada”, dice Richard con dispendio de belleza mulata. Años noventa. Mi pareja y yo estamos de vacaciones al sur de Jamaica. El tour al Río Negro salía a las 10 am del hotel; llegamos 9:50, ya pasaron veinte minutos y aunque tanto el guía como unas diezSigue leyendo «SOY UN ELECTRÓN ACELERADO»
MEMORIAS DE UNA LECTORA
Me gustó la idea del colega y amigo Armando Alanís, de escribir recuerdos sobre “la cálida vida que transcurre canora” entre libros. Van algunos míos, entrañables: 1. Siendo niña descubrí a Sherlock Holmes en una edición ilustrada que aún conservo. Es lo primero que me emocionó la piel lectora. Al conocer Londres fui a rendirleSigue leyendo «MEMORIAS DE UNA LECTORA»