Ni a Dios le miento tanto

«[…] mentir es de gente de razón y lo hacemos generosamente y a diestra y siniestra, pero a nadie —ni a Dios, que está ahí para ser ofendido casi por lo que sea— se le miente con tanto garbo como a uno mismo». Esta verdad como un templo, expresión de mi queridísimo Triste Sina, es un fragmento deSigue leyendo «Ni a Dios le miento tanto»

Por qué necesito voltear para arriba

Me declaro apasionada de las nubes. Efímeras y veleidosas, siempre divinamente estéticas, innecesarias pero sin las cuales el mundo no se concibe, son precisa metáfora del arte. Como dice Szymborska, no necesitan que las veamos pero sin ellas los ojos nunca se llenan. «Con la descripción de las nubes/ debería darme mucha prisa,/ después deSigue leyendo «Por qué necesito voltear para arriba»

Acostarse con Joplin en vez de Bardot

Sí, he estado monotemática pero es que el sitio da para muchísimo. Hace días subí un post sobre el Hotel Chelsea (aquí el link http://wp.me/p1POGd-2jO) y ahora quien más me quiere me manda un artículo interesante con 10 cosas que no conviene olvidar de ese lugar mítico.  Destaco estas cinco cosas, ya corroboradas: 1. ConcebidoSigue leyendo «Acostarse con Joplin en vez de Bardot»

Por qué fui al Chelsea Hotel en NY

(da click en el enlace para oír la canción) Estoy leyendo Just Kids, de Patti Smith, en el que cuenta sus años en el Nueva York de los 60 y 70 al lado de Robert Mapplethorpe. De ella sé poco, pero las fotos de él son de una sensualidad y fuerza de otro planeta, asíSigue leyendo «Por qué fui al Chelsea Hotel en NY»

La catástrofe del éxito según Tennessee Williams

En 1948, a tres años del estreno en Broadway de su obra The Glass Menagerie (traducida como El zoo de cristal), Tennessee Williams publicó en The New York Times el pequeño ensayo «The Catastrophe of Success» (La catástrofe del éxito). En él cuenta cómo de golpe pasó del anonimato a los aplausos estruendosos, de dormir enSigue leyendo «La catástrofe del éxito según Tennessee Williams»

Heaven on earth

Esta brevísima entrada va para mi muy querido Borgeano, quien me pidió acordarme de él en Barnes&Noble. Aquí estoy, pensando en esa petición suya, deseando con todo el corazón que le lleguen estas vibras de cariño y haciendo una pequeña enmienda personal al archiconocido verso de Borges: «yo, que me figuraba el paraíso bajo laSigue leyendo «Heaven on earth»

Sufrir como pose de vida

Estoy a unas horas de viajar a Nueva York y hace un rato terminé The Sunset Limited, novela de Cormac McCarthy sobre dos personajes, sentados frente a frente, justo en la Gran Manzana. Uno es blanco y culto, el otro es de clase baja y negro: son los seres más maniqueos de cuantos haya. ElSigue leyendo «Sufrir como pose de vida»

La pierna de una mujer cansada

Hace días, con amigos de los que cada segundo aprendo algo, uno de ellos dijo que el peruano José Watanabe ha sido de los máximos poetas en lengua española. Coincido. El comentario me hizo regresar a esos majestuosos versos, como esta delicia que traigo rondando en la cabeza desde ayer: «Qué rico es ir/ deSigue leyendo «La pierna de una mujer cansada»

Librería en una isla desierta

Entre los objetos inservibles podrán estar las cabinas de teléfono, las máquinas de escribir, los teléfonos de disco y las televisiones-no-de-plasma, como dice este cartón de The New Yorker. Donde disiento es en las librerías: debo tener muy poca imaginación pero no me imagino ni quiero imaginarme un mundo sin ellas. Estoy segura de queSigue leyendo «Librería en una isla desierta»

Tu piel que trae el amanecer

Hay tantas cosas que ignoro, tantas otras que sé a medias, miles más que moriré sin vislumbrar. Con ésta que conozco me basta por hoy. «Nada sé de tu piel./ Sólo que está en la noche, transcurriendo.// Para viajar por ella quiero las palabras/ lentas de la lengua, las enardecidas, las tiernas.// Nada sé deSigue leyendo «Tu piel que trae el amanecer»

Cartas a una sombra

Termino de leer El olvido que seremos (Planeta), libro hecho de entrañas, de emociones vestidas con palabras, de recuerdos pasados por el tamiz de un corazón trémulo. Héctor Abad Faciolince, notable escritor colombiano, desgrana en él la figura de su padre, activista de derechos humanos asesinado en Medellín en 1987 y figura cardinal en la luchaSigue leyendo «Cartas a una sombra»

El único lugar tranquilo del mundo

«Los libros van siendo el único lugar de la casa donde todavía se puede estar tranquilo», escribió Julio Cortázar en Los premios. Me atrevo a enmendarle un poco la plana a Julito: a veces son el único lugar DEL MUNDO donde se puede estar tranquilo. Ahora mismo me voy a refugiar a ese lugar mágicoSigue leyendo «El único lugar tranquilo del mundo»

Borges vuelto tango

«[…] Tango que fuiste la dicha/ de ser hombre y ser valiente./ Tango que fuiste feliz,/ como yo también lo he sido,/ según me cuenta el recuerdo;/ el recuerdo fue el olvido». Este poema de Borges cantado por Edmundo Rivero no tiene desperdicio alguno. Lo debo a la amabilidad de mi querido amigo Borgeano (faltabaSigue leyendo «Borges vuelto tango»

No soy mujer, soy escritora

A nivel personal soy mamá, pareja, hija, amiga, hermana. En otro orden de ideas, digamos que hacia afuera, soy editora, profesionista, autora de un par de libros, bloguera, licenciada y maestra en Letras, mexicana convencida. Pero esta definición me gusta para plagiarla: «Lo he dicho a manera de juego pero también como signo de identidad: yoSigue leyendo «No soy mujer, soy escritora»

Wilde: una vida para el placer

“I don’t regret for a single moment having lived for pleasure. I did it to the full, as one should do everything that one does. There was no pleasure I did not experience”. Lo dice Oscar Wilde en esa joya de texto que es De Profundis, escrito mientras estaba en la cárcel acusado por la familia deSigue leyendo «Wilde: una vida para el placer»

«No es lo mismo redactar que escribir»

«La redacción no tiende a intensificar la vida; la escritura tiene como finalidad esa tarea. La redacción difícilmente permitirá que la palabra posea más de un sentido; para la escritura, la palabra es por naturaleza polisemántica: dice y calla a la vez; revela y oculta. La redacción es confiable y predecible; la escritura nunca loSigue leyendo ««No es lo mismo redactar que escribir»»

Cuando el verso es una aguja

«Quitar la carne, toda/ hasta que el verso quede/ con la sonora oscuridad del hueso./ Y al hueso desbastarlo, pulirlo, aguzarlo/ hasta que se convierta en aguja tan fina,/ que atraviese la lengua sin dolencia/ aunque la sangre obstruya la garganta». -Francisco Hernández, «Hasta que el verso quede», Poesía reunida (UNAM) Anoche me dormí conSigue leyendo «Cuando el verso es una aguja»

Con quién decidí casarme

«¿Por qué permite que le haga sufrir así? […] Escuche, Wilhelm, se lo digo por su bien. Se lo repito: no se case con el sufrimiento. Algunos lo hacen. Se casan con él, y duermen y comen con él, como marido y mujer. Si se encuentran con la alegría creen que cometen adulterio». -Saul Bellow,Sigue leyendo «Con quién decidí casarme»

Por qué NO salir con Paris Hilton

«Sólo diré una palabra: dinero. La página web de chismes Zimbio le atribuye a Paris Hilton 33 amantes, entre ellos, numerosas estrellas de rock, alguno que otro deportista de élite y dos herederos de imperios náuticos griegos. Por su parte, ella asegura haber amasado más de 1,000 millones de dólares gracias a sus 35 tiendas,Sigue leyendo «Por qué NO salir con Paris Hilton»

Qué lástima que vayan a dar las cuatro

Recuerdo este poema de Benedetti y me gusta, pero pienso que a pesar de todo él no sabe cuánto de verdad duele cuando se acercan las cuatro y no estás. «Es una lástima que no estés conmigo/ cuando miro el reloj y son las cuatro/ y acabo la planilla y pienso diez minutos/ y estiroSigue leyendo «Qué lástima que vayan a dar las cuatro»

Tener demasiado padre

«Es posible que nadie, ni los padres, puedan hacer completamente felices a sus hijos. Lo que sí es cierto y seguro es que los pueden hacer muy infelices. […] Ahora pienso que la única receta para poder soportar lo dura que es la vida al cabo de los años es haber recibido en la infanciaSigue leyendo «Tener demasiado padre»

Trancapalanca, de Élmer Mendoza

Había una vez un rey que odiaba «la guerra la logística el armamento y a los generales. A los campeones de tiro. El sudor a laurel y las trincheras […] Odiaba la capacidad de los hombres de ir al baño». Suficiente tragedia para un soberano, que encima «se sentía manipulado y adherido al capricho deSigue leyendo «Trancapalanca, de Élmer Mendoza»

Dormir en otra parte

«Leo para dormir en otra parte y regresar al día siguiente, si puedo y cuando pueda, meses o años después. Leo para dejar que un desconocido invente mis recuerdos, para hacer amigos nuevos de personajes imaginarios y para tener las aventuras de las que me siento digno o capaz, por lo menos mientras llego aSigue leyendo «Dormir en otra parte»

La herida que no debe sanar

Hoy hace 45 años se perpetró en México, en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, una matanza de estudiantes que protestaban contra el gobierno. Lo ocurrido lastima la memoria, es recuerdo infame y vergonzante. Pero si esa herida se cierra es más vergüenza, si llegamos a olvidarla estamos condenados a repetirla. Por eso desde entonces ySigue leyendo «La herida que no debe sanar»