Borges y Sabato se sentaron un día a conversar

Estuvieron distanciados casi 20 años, por diferencias políticas. «Inevitablemente, tanto uno como otro dijimos palabras quizá injustas», diría Sabato. Un día del verano de 1975 se sentaron a conversar por invitación del periodista Alfredo Serra, de la revista Gente!, que publicó después la charla. La recupero gracias a que mi pareja, en Buenos Aires, comió conSigue leyendo «Borges y Sabato se sentaron un día a conversar»

«La vida, libro con las hojas arrancadas»

«palabras que se caen por no encontrar pensamientos que las sostengan» «es mentira que existan las estaciones: tú eres el que, cuando hay lugar, nievas, soleas, tumbas las hojas, floreces» Con epigramas cortos y también poemas cargados de sentido, el mexicano Rogelio Guedea deja imágenes en el aire en este breve poemario (Aldus/ Gobierno delSigue leyendo ««La vida, libro con las hojas arrancadas»»

Palabra del día: imbécil

Aunque no lo parezca, esta voz tiene sustancia: viene de imbecillis, palabra latina formada por el prefijo privativo in y el sustantivo baculum, ‘bastón’, con lo que literalmente significa ‘sin bastón’. En sus orígenes significaba ‘frágil, débil, vulnerable, enfermizo, sin carácter’, según señala Ricardo Soca en su delicioso libro La fascinante historia de las palabras (interZona Editora). La primeraSigue leyendo «Palabra del día: imbécil»

Exhibicionismo de escritor

Indecible placer de sábado: de pie ante mis estantes de libros, tomo uno al azar y lo abro donde una marca de lápiz recuerda que eso me impresionó. «[Escribir] es una actividad increíblemente íntima, que te sumerge en el fondo de ti mismo y saca a la superficie tus fantasmas más ocultos. ¿Cómo no vaSigue leyendo «Exhibicionismo de escritor»

Apuntes de un escritor malo, de Mauricio Bares

Se autonombra un escritor malo, no teme a las rimas ni al lugar común, disfruta las cacofonías. Se burla de sí mismo por feo, pero también se ríe de todo lo que debe considerar sagrado, como los talleres literarios, las reuniones de escritores, los festivales culturales, las ferias del libro. Padece un mal muy malo:Sigue leyendo «Apuntes de un escritor malo, de Mauricio Bares»

De libromancia y poesía

Resulta que algo que yo hago hace años tiene un nombre rimbombante: «[el poeta Jorge Fernández Granados] tiene un pequeño ritual, que su colega Daniel Samoilovich denomina ‘libromancia’, y que consiste en que cuando no tiene tiempo para leer un libro entero de poesía, lo que hace es tomarlo, soplar y leer la página en queSigue leyendo «De libromancia y poesía»

Libros, cargados de dinamita

«[…] los libros a veces están más vivos que la gente, pueden estar cargados de dinamita. Algunos de ellos son capaces de generar encuentros tan intensos que pueden mutilar la existencia o inyectar una fortaleza diez veces mayor a todo lo concebido”. –Mircea Eliade citado por José Gordon, El novelista miope y la poeta hindúSigue leyendo «Libros, cargados de dinamita»

Borges, el niño terco

Anoche, leyendo, me sorprendió esta imagen de un Borges encaprichado, aportada por María Kodama: «Roma será para mí su voz recitando las Elegías de Goethe y Venecia para usted lo que yo le transmití un atardecer, en San Marcos, escuchando un concierto. París será usted niño, terco, encerrado en un hotel comiendo chocolate mientras leíaSigue leyendo «Borges, el niño terco»

Mi mamá y los ojos invisibles de su cabeza

Por azar encuentro esta genialidad, tomada de una encuesta realizada a niños de segundo y tercer año de primaria: ¿Quién es el jefe en tu casa? 1. Mi mamá no quiere ser jefe pero tiene que serlo porque mi papá es chistoso. 2. Mi mamá. Lo sabes por la inspección del cuarto. Ella ve hasta loSigue leyendo «Mi mamá y los ojos invisibles de su cabeza»

Extrañar a Oscar Wilde

» […] Una crítica técnica de Wilde me resulta imposible. Pensar en él es pensar en un amigo íntimo, que no hemos visto nunca pero cuya voz conocemos, y que extrañamos cada día». Jorge Luis Borges, «Nota dictada en un hotel del Quartier Latin», Atlas (Emecé) Me perdonarán la soberbia pero en diferentes épocas deSigue leyendo «Extrañar a Oscar Wilde»

En qué se parecen una novela y una mujer

«Lo más fácil en una novela es pecar de solemnidad, no contar nada y fingir que se cuenta». «Una novela se inserta en la sociedad que la vio nacer cuando llena un vacío». «Cuanto más cerca está un autor de terminar una novela, más alejado está de la vida». «Una novela se parece a unaSigue leyendo «En qué se parecen una novela y una mujer»

Para reírse a gusto de los escritores

La risa puede expresar complicidad, incluso cariño, porque reírse de alguien no siempre implica ofensa o humillación. Es el caso de estos cartones de Palomo, ilustrador chileno nacido en 1943, quien reúne en Literatos “un bestiario con apuntes del natural, recamado en perlas escogidas del acervo literario universal” (yo tengo una edición de 1989 publicada por Promexa,Sigue leyendo «Para reírse a gusto de los escritores»

Día del escritor: ¿por qué escribe quien escribe?

Hoy en Argentina se celebra a los autores, en conmemoración del nacimiento de Leopoldo Lugones, enorme narrador y poeta, creador de la Sociedad Argentina de Escritores. La fecha me hace pensar: ¿qué mueve las entrañas de un autor? Más allá de publicar, de ser reconocido (o no), de tener lectores (la familia no cuenta), elSigue leyendo «Día del escritor: ¿por qué escribe quien escribe?»

La expedición cotidiana de un escritor

«Los poetas hacen viajes interiores cuyas trayectorias no figuran en los mapas y en los que es imposible acompañarlos». -Olga Orozco, Yo, Claudia (Ediciones en Danza) La poeta argentina sabía de lo que hablaba: Orozco tuvo miedo sentada en la cueva de sus propias entrañas, se perdió en sus meandros, escaló triunfal los montes másSigue leyendo «La expedición cotidiana de un escritor»

Gonzalo Rojas, Juan Rulfo y la no-muerte del segundo

«Los poetas no mueren, quedan encantados». Eso le dijo Gonzalo Rojas a Juan Rulfo cuando lo conoció, retomando la frase de Guimaraes Rosa. Era 1969, estaban en Viña del Mar en un encuentro de escritores. Vale recordarlo porque por estos días se cumplieron 96 años del natalicio de Rulfo, el hombre que nació pero noSigue leyendo «Gonzalo Rojas, Juan Rulfo y la no-muerte del segundo»

«La vida es muy triste sin diccionarios»

Así de clarito lo dijo María Elena Walsh, autora argentina, al referirse a la relegada acción de abrir libros de consulta para ampliar el vocabulario. En entrevista para la revista Ñ, afirma que en las escuelas se han perdido actividades fundamentales como leer en voz alta, consultar diccionarios y memorizar algunas cosas. Dice que unaSigue leyendo ««La vida es muy triste sin diccionarios»»

Oficios impensados para tiempos de crisis

Ablandador de zapatos, masticador de carne dura para ancianos sin dientes y hacedor de antigüedades exprés son algunas ocupaciones que el colombiano Daniel Samper Pizano sugiere para tiempos de crisis en El discreto encanto del liguero (Panamericana Editorial/ El Áncora Editores). Aquí, otras dos igual de ocurrentes: «Usador de toallas: Nada seca peor que toalla nueva.Sigue leyendo «Oficios impensados para tiempos de crisis»

Ser parte de una constelación de energía

Hilos invisibles me conectan con mi historia de familia. Lo quiera o no, sea consciente o lo ignore, soy parte de un sistema de energía que me une con mis antepasados, con mis descendientes. Hasta ahí todo muy racional. Lo que rebasa la razón es que esos hilos se puedan evidenciar de pronto en alianzas con ancestrosSigue leyendo «Ser parte de una constelación de energía»

Contar historias = conjurar dolores

«Todos los dolores pueden ser sufragados si los ponemos en una historia o contamos una historia sobre ellos, dice la baronesa». Así lo señala la novelista Ángeles Mastretta en su columna de la revista Nexos. No sé a qué baronesa se refiera: ¿a la escritora de Orczy? ¿a la coleccionista Thyssen? ¿a la rampante? Sin embargo,Sigue leyendo «Contar historias = conjurar dolores»

Lo que nos hace perdurar (según Magris)

«¿Qué es lo que nos hace perdurar, sino el misterioso rayo que, de vez en cuando, sacude la espesura del interior?», dijo alguna vez Claudio Magris refiriéndose a la literatura. Ahora Juan Bedoian, editor general de la revista argentina Ñ, retoma la cita para presentar ésta, su edición 500. A mi vez, yo recupero laSigue leyendo «Lo que nos hace perdurar (según Magris)»

Plegarias nocturnas, de Santiago Gamboa

«Soy humano, y nada de lo que es humano puede parecerme ajeno», dijo Terencio. Creo haber mencionado esa cita antes, la recuerdo mucho; ahora, por ejemplo, recién terminada la novela del colombiano Gamboa (Mondadori). Como Manuel, protagonista de la historia, recuerdo ese momento de la infancia cuando alguien me miró y me hizo sentir personaSigue leyendo «Plegarias nocturnas, de Santiago Gamboa»

Poner nombre a lo que duele ayuda a entenderlo

«Te diría que fuéramos al río Bravo a llorar, pero debes saber que ya no hay río ni llanto»: con el poemario de ese nombre, Jorge Humberto Chávez ganó el reconocido Premio de Poesía Aguascalientes. En entrevista, habló sobre la violencia que se vive en el norte del país, leit motif de los versos premiados:Sigue leyendo «Poner nombre a lo que duele ayuda a entenderlo»

El viento levanta la falda de una chica…

Los astros se alinearon y hoy viajo a Bogotá a estar con quien más me quiere. En celebración comparto este poema del colombiano Flóbert Zapata (1958), sobre la onda expansiva que nace en una parada del autobús. Vale mucho la pena: «Una ráfaga de viento/ ha levantado la falda/ de una estudiante joven y hermosa/ que espera enSigue leyendo «El viento levanta la falda de una chica…»

Apología del librero-lector

Llego a la librería a buscar una novela de autor colombiano reciente, que no conozca. Quiero la recomendación de un buen librero, de esos lectores voraces que te recomiendan desde su pasión, que hacen toda la diferencia en la experiencia de lectura. Me aborda un empleado atento, le explico que ya he leído a GarcíaSigue leyendo «Apología del librero-lector»

Mi propio epitafio

Este poemita colombiano me pone de buenas: El inmortal «Soñé mi epitafio.// No tenía lápida/ ni tumba.// Era una simple nota/ pegada con cinta/ y decía:// Estoy en la biblioteca». -John Galán Casanova (Colombia, 1970)