Amo viajar, encontrar nuevos cielos y el riesgo de sabores sin palabras, conversar en lejano, saciarme de novedad. Sobre todo, me gusta el reto de redescubrirme y ver mi sombra en otro huso horario. Suscribo este texto hermoso de Mutis sobre los asombros que depara el mundo: «Es menester lanzarnos al descubrimiento de nuevas ciudades.Sigue leyendo «Inventar(me) de nuevo»
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Escritores contra el espionaje
Más de 500 autores de 81 países condenaron estos días el espionaje de las agencias de inteligencia revelado por Edward Snowden. El necesario manifiesto «En defensa de la democracia en la era digital» señala que el espionaje masivo viola el derecho humano a no ser observado. «Una persona vigilada no es libre; una sociedad vigiladaSigue leyendo «Escritores contra el espionaje»
Amo tu voz de espadas
«Como un depredador entraste en casa,/ rompiste los cristales,/ a piedra destruiste los espejos,/ pisaste el fuego que yo había encendido.// Y sin embargo, el fuego sigue ardiendo./ Un cristal me refleja dividida./ Por mi ventana rota aún te veo./ (Con tu cota y tu escudo me miras desde lejos).// Y yo, mujer de paz,/ amo la guerra en ti, tu voz de espadas,/ ySigue leyendo «Amo tu voz de espadas»
Cartas a una sombra
Termino de leer El olvido que seremos (Planeta), libro hecho de entrañas, de emociones vestidas con palabras, de recuerdos pasados por el tamiz de un corazón trémulo. Héctor Abad Faciolince, notable escritor colombiano, desgrana en él la figura de su padre, activista de derechos humanos asesinado en Medellín en 1987 y figura cardinal en la luchaSigue leyendo «Cartas a una sombra»
Por qué NO salir con Paris Hilton
«Sólo diré una palabra: dinero. La página web de chismes Zimbio le atribuye a Paris Hilton 33 amantes, entre ellos, numerosas estrellas de rock, alguno que otro deportista de élite y dos herederos de imperios náuticos griegos. Por su parte, ella asegura haber amasado más de 1,000 millones de dólares gracias a sus 35 tiendas,Sigue leyendo «Por qué NO salir con Paris Hilton»
Tener demasiado padre
«Es posible que nadie, ni los padres, puedan hacer completamente felices a sus hijos. Lo que sí es cierto y seguro es que los pueden hacer muy infelices. […] Ahora pienso que la única receta para poder soportar lo dura que es la vida al cabo de los años es haber recibido en la infanciaSigue leyendo «Tener demasiado padre»
De tanto ser lo que eres
Por alguna razón los ángeles, ausentes o presentes, me siguen acechando. Ahora toca el turno a éste que habita el fantástico poema de Mutis, quien desde hace días escribe en cuaderno de nubes: «A la vuelta de la esquina/ un ángel invisible te espera;/ una vaga niebla, un espectro desvaído/ te dirá algunas palabras delSigue leyendo «De tanto ser lo que eres»
Las venas del placer
Hace unos días murió, aquí en México, el escritor colombiano Álvaro Mutis. A golpe de palabras, estos versos suyos conjuran un poco su muerte (y la de quienes lo leemos): «Hay que inventar una nueva soledad para el deseo. Una vasta soledad de delgadas orillas/ en donde se extienda a sus anchas el ronco sonidoSigue leyendo «Las venas del placer»
La casa grande, de Álvaro Cepeda Samudio
Que García Márquez diga que tu libro es una novela «hermosa» y «arriesgada» es bueno. Que diga que es «un ejemplo magnífico de cómo un escritor puede sortear honradamente la inmensa cantidad de basura retórica y demagógica que se interpone entre la indignación y la nostalgia» es un subidón. Un librero en Bogotá me laSigue leyendo «La casa grande, de Álvaro Cepeda Samudio»
27 segundos de poesía
http://goo.gl/bkRlmu «[…] Si el amor, como todo, es cuestión de palabras/ acercarme a tu cuerpo fue crear un idioma».// -Luis García Montero, «El amor» Llego a este brevísimo video a través del twitter de Círculo de Poesía, ese notable medio de comunicación sobre literatura. Se trata de un anuncio del sexto encuentro poético Las líneas de su mano,Sigue leyendo «27 segundos de poesía»
Suin colombiano para ponerse de buenas
¿Tarde de viernes? El doctor receta para hoy dosis doble de este suin de Monsieur Periné (pronúnciese Mesié), autodefinido como «laboratorio de música popular experimental con alma de antaño». Se trata de un grupo bogotano nacido en 2007, de alma juguetona y alto nivel, que coquetea con el francés. Lo integran cuerdas, vientos, guitarra y voz;Sigue leyendo «Suin colombiano para ponerse de buenas»
Salsa «como Dios manda»
Tumbando Por Ahí Desde Bogotá, Colombia, llega la Orquesta La 33 con este tema atípico, incluido en un disco atípico: ahora, cuando toda la música es postproducida, estos locos grabaron en bloque en el estudio, es decir, todos los músicos de la banda al mismo tiempo, «como hacía la orquesta de Beny Moré o los mismosSigue leyendo «Salsa «como Dios manda»»
«Iglesia: lugar donde uno va a perdonar a Dios»
Ésa es una verdad profunda declarada por una filósofa de siete años de edad y altos vuelos, de nombre Natalia Bueno. Ella y sus amigos, todos colombianos, se sentaron a pensar definiciones de términos como paz, cielo, oscuridad, soledad. Las fueron contando a su maestro de primaria, Javier Naranjo; el paciente discípulo las anotó unaSigue leyendo ««Iglesia: lugar donde uno va a perdonar a Dios»»
Oficios impensados para tiempos de crisis
Ablandador de zapatos, masticador de carne dura para ancianos sin dientes y hacedor de antigüedades exprés son algunas ocupaciones que el colombiano Daniel Samper Pizano sugiere para tiempos de crisis en El discreto encanto del liguero (Panamericana Editorial/ El Áncora Editores). Aquí, otras dos igual de ocurrentes: «Usador de toallas: Nada seca peor que toalla nueva.Sigue leyendo «Oficios impensados para tiempos de crisis»
Vida bonita (en idioma colombiano)
Este vallenato no lo conocí en Bogotá sino en México, en casa de una muy querida pareja colombiana. Una noche lo bailamos y repetimos a voz en cuello, mil veces; cada vez que lo escucho me viene a la mente aquella reunión con amigos de las entrañas. En esta mañana fresca me apetece recordarlo ySigue leyendo «Vida bonita (en idioma colombiano)»
Plegarias nocturnas, de Santiago Gamboa
«Soy humano, y nada de lo que es humano puede parecerme ajeno», dijo Terencio. Creo haber mencionado esa cita antes, la recuerdo mucho; ahora, por ejemplo, recién terminada la novela del colombiano Gamboa (Mondadori). Como Manuel, protagonista de la historia, recuerdo ese momento de la infancia cuando alguien me miró y me hizo sentir personaSigue leyendo «Plegarias nocturnas, de Santiago Gamboa»
La ironía de una feminista creada por un hombre
Aleida es una mujer ácida, ingeniosa. Se acerca a los 40 con tranquilidad. Le gustan los hombres pero no se fía mucho de ellos. Juega con las palabras para hablar de frente sobre sexo y pareja, en frases lapidarias como «Aunque muchos tipos son incapaces de satisfacer a una mujer, insisten en tener dos» o «EsSigue leyendo «La ironía de una feminista creada por un hombre»
El enorme riesgo de visitar Colombia
Hace algunos años, el gobierno colombiano lanzó una fuerte campaña para limpiar en el extranjero la imagen de ese país, tan lastimada por historias de guerrilla y narcotráfico. El atinado concepto era el que ilustra este post: el único riesgo que corres al visitarlo es querer quedarte en él. Ahora me encantó ver de paseoSigue leyendo «El enorme riesgo de visitar Colombia»
Vida de buenas
Día a manos llenas en Bogotá. Amanecer junto a quien amo y entretener las horas cansando el cuerpo pero alimentando el amor hace una gran diferencia para lo que sigue. Luego desayunar «en colombiano» e ir a caminar a La Candelaria, barrio histórico. Entrar al Museo Botero, andar por las calles, sentir la buena vibraSigue leyendo «Vida de buenas»
La comida más cara del mundo
Diré lo que comimos: de entrada, tostones chorreados (plátano frito y machacado con salsa de jitomate y cebolla). De plato fuerte, un ajiaco y un pollo en salsa de maracuyá. Como postre, un cuajado con dulce de uchuva (queso fresco con salsa de esa fruta pequeña, dulce, con semillas pequeñas como las de la guayaba). Para beber, un canelazoSigue leyendo «La comida más cara del mundo»
Pintas bogotanas
Caminando por la calles de la capital colombiana, ciudad linda y llena de gente sonriente a más no poder, también encuentro pintas de protesta. Algunas son de sabor crudo, otras cargadas de humor, como la que está arriba de este post, en la pared de una iglesia. Una a la que me fue imposible tomarle foto resume el sentir deSigue leyendo «Pintas bogotanas»
El viento levanta la falda de una chica…
Los astros se alinearon y hoy viajo a Bogotá a estar con quien más me quiere. En celebración comparto este poema del colombiano Flóbert Zapata (1958), sobre la onda expansiva que nace en una parada del autobús. Vale mucho la pena: «Una ráfaga de viento/ ha levantado la falda/ de una estudiante joven y hermosa/ que espera enSigue leyendo «El viento levanta la falda de una chica…»
Apología del librero-lector
Llego a la librería a buscar una novela de autor colombiano reciente, que no conozca. Quiero la recomendación de un buen librero, de esos lectores voraces que te recomiendan desde su pasión, que hacen toda la diferencia en la experiencia de lectura. Me aborda un empleado atento, le explico que ya he leído a GarcíaSigue leyendo «Apología del librero-lector»
Mi propio epitafio
Este poemita colombiano me pone de buenas: El inmortal «Soñé mi epitafio.// No tenía lápida/ ni tumba.// Era una simple nota/ pegada con cinta/ y decía:// Estoy en la biblioteca». -John Galán Casanova (Colombia, 1970)
Y las monas se aparean…
Leyendo la edición colombiana de la revista SoHo encuentro esto, de la genial pluma de Leila Guerriero. Lo comparto para que cada quien saque sus conclusiones: «Suele decirse que el apareamiento cara a cara es lo que nos diferencia como especie: que fuimos los primeros, los únicos, los últimos. Pero los bonobos —chimpancés pigmeos: monos— siempre seSigue leyendo «Y las monas se aparean…»