Como gata boca arriba

Hoy, #MiércolesDePoesía, estos versos de la nicaragüense Gioconda Belli ponen en palabras lo que quiero decir. «Te quiero como gata boca arriba,/ panza arriba te quiero,/ maullando a través de tu mirada,/ de este amor-jaula/ violento,/ lleno de zarpazos/ como una noche de luna/ y dos gatos enamorados/ discutiendo su amor en los tejados,/ amándoseSigue leyendo «Como gata boca arriba»

Dos minutos que cambian el día

Da click aquí para oír la grabación; una vez en la página de Descarga Cultura ve hasta abajo de la página y elige «Bellísima». En poco más de 120 segundos, un poeta le da sentido a 24 horas. Aquí el recién premiado Eduardo Lizalde, con su voz de Júpiter tronante, lee los versos de «Bellísima»,Sigue leyendo «Dos minutos que cambian el día»

Sociedad basada en el sexo

El genoma humano coincide en 98% con el de los bonobos o chimpancés pigmeos. Eso me da igual. Lo que no me da igual es saber que su sociedad gira en torno al sexo: es una forma común de saludo o de pago por comida. Además, los besos de lengua, el coito en la posición del misionero, laSigue leyendo «Sociedad basada en el sexo»

El cuerpo, sola patria

Abren el día estos versos, que se acercan a lo que entre dos obnubila. «[…] Entre tus piernas hay un pozo de agua dormida,/ bahía donde el mar de noche se aquieta, negro caballo de espuma,/ cueva al pie de la montaña que esconde un tesoro,/ boca del horno donde se hacen las hostias,/ sonrientesSigue leyendo «El cuerpo, sola patria»

Inquietantes preguntas de cama

Entre sábanas, cuando la piel está delgada, los amantes plantean preguntas que hacen eco en las entrañas. Ahí está la clásica «tú y yo, ¿qué somos?», la cual suele activar las defensas en anuncio de guerra, o el «¿me quieres?», que más valdría no formular porque a priori se sabe la respuesta. Las del cartónSigue leyendo «Inquietantes preguntas de cama»

Semen en unos versos

Eduardo Lizalde, escritor mexicano, está recibiendo en Granada el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca. Lo celebro (mucho) porque los versos siempre son motivo de fiesta y porque Lizalde es uno de los muy grandes. Aquí un breve poema suyo. Conozco pocos textos que se refieran al semen con todas sus letras y aúnSigue leyendo «Semen en unos versos»

El azar juega con los amantes

Hoy se cumplen dos años de la muerte de la poeta polaca Wislawa Szymborska. Vale recordarla con este texto impecable, que descubre la red de azares en la que todos caemos: «Amor a primera vista» Ambos están convencidos/ de que los ha unido un sentimiento repentino./ Es hermosa esa seguridad,/ pero la inseguridad es másSigue leyendo «El azar juega con los amantes»

Qué fría es la cera de un beso de nadie

Da click en el enlace para oír la canción Viernes = música. Con este tema del poeta que canta, Luis Eduardo Aute, inauguro el fin de semana de puente, en el que la distancia pesa más que otras veces… «[…] Las noches te acercan/ y enredas el aire,/ mis labios se secan/ e intento besarte.//Sigue leyendo «Qué fría es la cera de un beso de nadie»

Estado de mujer

Mañana de sábado, afuera hace frío mientras yo leo en la cama (¿para qué es la vida sino para estos momentos?). Me acompaña una extraordinaria compilación de cuento brasileño y tropiezo con este pasaje, quizá políticamente incorrecto, seguramente criticable desde una óptica feminista, pero que puedo suscribir una y mil veces: «[…] Se percató deSigue leyendo «Estado de mujer»

Los muchos cuerpos del cuerpo

Entre sábanas, un cuerpo se vuelve varios, habla lenguas desconocidas, se agiganta y tornasola. Por eso el sexo produce escalofríos: es un ir a contracorriente del mundo, un asomarse a tierras vírgenes donde crece el misterio. Por eso mismo es sagrado, porque representa nuestra sola posibilidad de rozar lo divino. «Mis manos/ abren las cortinasSigue leyendo «Los muchos cuerpos del cuerpo»

Alegoría de selvas

En la espesura, un rumor de presa despierta a la hembra. Dos puntos de luz rasgan la noche, acarician la sombra ágil, las patas quebradizas. Como marea creciente, ojos y más ojos se multiplican, se delirian hasta ser manada que codicia, pupilas legión, una y muchas, observando desde el hambre de una sola. Cuán similarSigue leyendo «Alegoría de selvas»

El vicio de respirar tu aliento

Hay de perversiones a perversiones y ésta es de las más recomendables. Así la canta el porteño Cacho Castaña en un tema viejito, que le viene bien a este día frío en México: «[…] Vamos a vivir, amiga mía/ que esta noche la ciudad está tan fría./ Vamos a vivir, se va la vida,/ yaSigue leyendo «El vicio de respirar tu aliento»

Sobre una (mala) traducción de Nabokov

«[…] Por el brillo de esas mejillas, por los doce pares de delgadas costillas, el vello en la espalda, la insustancialidad de su alma, esa voz ligeramente ronca, los patines y el grisáceo día […] Por todo esto él hubiera dado una bolsa de rubíes, un balde de sangre, cualquier cosa que le pidieran» -VladimirSigue leyendo «Sobre una (mala) traducción de Nabokov»

Adiós, poeta Gelman

Te fuiste, doloroso de la sangre, artesano frágil, alquimista del juaneo y el gelmaneo, huérfano de hijo, palabrero exiliado, compañero del dolor tuyo y de todos. Cuánta falta van a hacer esos poemas tuyos que «dan vueltas por el cuarto». Cuánta. Te despido murmurando tu luz: «Estoy sentado como un inválido en el desierto deSigue leyendo «Adiós, poeta Gelman»

Erotismo con sutileza de campo

Estuve de viaje en la provincia mexicana y una noche recordé vagamente estos versos sutiles. Hoy los transcribo tal como los cita Antonio Gala. Ante la imposibilidad de haberlos escrito yo, los repito como un mantra suculento: «Dicen que soy tu montura./ Si de ti salgo al campo montada,/ a tu poder me acomodo:/ comoSigue leyendo «Erotismo con sutileza de campo»

«Trátame como a las páginas de un libro»

En estos días aflojerados, en los que la pijama se vuelve una segunda piel, aprovecho para revisitar el Libro de cabecera de Peter Greenaway. Aquí algunas de sus deliciosas reflexiones sobre el vínculo erotismo-escritura: «La escritura es una ocupación ordinaria, pero aun así qué preciosa. Y si la escritura no existiera, qué terrible depresión experimentaríamosSigue leyendo ««Trátame como a las páginas de un libro»»

Amo tu voz de espadas

«Como un depredador entraste en casa,/ rompiste los cristales,/ a piedra destruiste los espejos,/ pisaste el fuego que yo había encendido.// Y sin embargo, el fuego sigue ardiendo./ Un cristal me refleja dividida./ Por mi ventana rota aún te veo./ (Con tu cota y tu escudo me miras desde lejos).// Y yo, mujer de paz,/ amo la guerra en ti, tu voz de espadas,/ ySigue leyendo «Amo tu voz de espadas»

Con lo que me provocas

Llega de nuevo una tarde de fin de semana y, con ella, esta canción riquita, regalo de mi entrañable Anaví. Invita a pecar con estrofas así de sugerentes: «[…] Si algún día diera con la manera de hacerte mía,/ siempre yo te amaría como si fuera siempre ese día./ Qué bonito sería jugarse la vida, probar tu veneno,/ quéSigue leyendo «Con lo que me provocas»

Esto es un verso pichón

Por los pasillos de la Feria del Libro siento el zumbido de miles de palabras aquí reunidas. De pronto, a la vuelta de nada encuentro estos versos, de poeta judía. Ellos mismos vibran, aletean. Vaya forma de evocar un beso. «Que labios de hombre fueran tan suaves/ como el traslúcido vientre de un pichón caído/Sigue leyendo «Esto es un verso pichón»

Me da celos que fumes

«Tengo celos de ese cigarillo que fumás Tan distraídamente». Ana Cristina César, «Celos», Guantes de gamuza y otros poemas (Ediciones Bajo la Luna). Carajo, qué manera de plasmar en dos líneas el profundo erotismo que implica ver fumar a alguien y derretirse de deseo por esos labios.

Tanto. Y siempre. Y algo más.

Aeropuerto de Ezeiza. Buenos Aires, Argentina. Espero la salida de mi vuelo a México, tras estar con quien más me quiere. La noche cae brusca, el sonido del altavoz anuncia lo que no me importa, los demás pasajeros pierden el tiempo o aprenden a borrarse del mundo. Mientras, mi cuerpo rumia lo escrito en él,Sigue leyendo «Tanto. Y siempre. Y algo más.»

Mirando al sur

» Ahora sé que la distancia no es real/ Y me descubro en ese punto cardinal […]/ Teniendo siempre el corazón mirando al sur» Estoy con un pie en el avión que me lleva al Cono Sur, donde me espera quien más me quiere. Es un viaje de locura, muchas horas de aire para estarSigue leyendo «Mirando al sur»